La prevención de la violencia es una responsabilidad de las y los adultos, incluidas las que suceden en las escuelas, pues ello no depende sólo de los menores de edad, afirmó la consejera de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Nashieli Ramírez.
Al hablar en la presentación de las Guías de Género y Desarrollo “Aprendiendo a querer: noviazgos libres de violencia” y el Manual de prevención de violencia contra las mujeres para niños y niñas de primaria, dijo que se trata de “herramientas prácticas para la acción”.
Ello, en un escenario “donde la violencia en el noviazgo entre adolescentes construye y naturaliza otros tipos de violencia a lo largo de toda la vida, sobre todo en contra de las mujeres en su relación con los otros”, subrayó.
Ramírez celebró la presentación de las guías, pues se da en el marco del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo próximo, y de los 20 años de la Plataforma de Beijing, cuyo consenso internacional es el más importante con relación a los derechos de las mujeres y las niñas.
A su vez, la coordinadora de Vinculación con la Sociedad Civil e Incidencia en Políticas Públicas de la CDHDF, Orfe Castillo Osorio, sostuvo que el reto del feminismo continúa siendo el análisis de “lo privado” y su incidencia en lo público.
En su oportunidad, la representante de la Dirección de Equidad de Género y Desarrollo en la Política Social del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), Marian González del Castillo, refrendó el compromiso institucional para dar continuidad a ese trabajo.
También destacó la necesidad de formar y capacitar continuamente a facilitadores, en este caso en temas de género y cultura de la no violencia, y subrayó que las metodologías propuestas son francamente aplicables a otras entidades del país, incluida la ciudad de México.
A su vez, el fundador y director general de la asociación civil Género y Desarrollo, Mauro Vargas Urías, informó que se busca prevenir y erradicar las conductas machistas para avanzar hacia la promoción de una sociedad sustantivamente igualitaria en México.
Insistió en el trabajo con hombres desde una perspectiva de género, pues la violencia hacia las mujeres es una forma cotidiana que expresa la desigualdad social, y para que haya un México democrático se debe lograr la igualdad sustantiva de géneros, priorizando la intervención sustantiva con los varones.