
El financiamiento del nuevo vehículo de inversión por 250 mil millones de pesos para proyectos estratégicos de Petróleos Mexicanos (Pemex) incrementa la exposición de los bancos de desarrollo a riesgos relacionados con el petróleo.
Dentro del financiamiento están incluidos Nafin y Bancomext que contribuirían al monto del fondo, de acuerdo con Moody’s.
Financiamiento de Pemex
Según lo establecido por Pemex, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), el de mayor desarrollo de México, administrará el fondo, que será financiado por bancos de desarrollo, bancos comerciales e inversionistas privados mediante un sindicato.
Además de que el fondo contará con garantías federales y se destinará exclusivamente a proyectos de inversión en producción petrolera este año.
De acuerdo con la calificadora, la nueva ronda de financiamiento se enmarca en el enfoque tradicionalmente cauteloso del sector bancario hacia la petrolera en dificultades y la producción en México, ya que los bancos buscan limitar el riesgo otorgando préstamos a las entidades o proyectos con mayor solidez financiera.
Riesgos financieros por inversión de Pemex
La agencia señaló que esta medida, aunque refuerza la capacidad de inversión de Pemex, eleva varios riegos financieros para la banca desarrollo:
Riesgo de concentración crediticia, ya que el financiamiento puede representar hasta 70 por ciento del capital común tangible de bancos como Nacional Financiera y Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext).
Además, explicó que depender tanto de un sólo cliente, en este caso, Pemex, incrementa la vulnerabilidad del sistema ante cualquier incumplimiento.
Riesgo sectorial, esto porque toda la inversión se dirige a producción petrolera, un sector expuesto a volatilidad de precios internacionales, riesgos técnicos y presión regulatoria.
Agregó que una caída en el precio del crudo o retrasos en proyectos impactarían directamente los ingresos de la petrolera mexicana.
Otro riesgo es la situación financiera de Pemex, ya que la petrolera enfrenta flujo de caja libre negativo, necesidades de liquidez urgentes y vencimientos de deuda de 15 mil 300 millones de dólares en 2025.
Moody´s señaló que las garantías federales reducen el riesgo inmediato, no eliminan la posibilidad de futuros rescates financieros.
Asimismo, agregó al riesgo político, derivado del respaldo gubernamental depende de la política energética vigente.
Un cambio de administración podría modificar el apoyo a la empresa estatal y alterar las condiciones para la banca.
Así como de ejecución, ya que de acuerdo a lo establecido, el plan exige ejecución oportuna y eficaz para elevar la producción, que hoy se mantiene en 1.6 millones de barriles diarios, por debajo de los niveles del año pasado.
Participación de la banca en estrategia de Pemex
Moody’s señaló que la participación de la banca de desarrollo en la estrategia de inversión de la empresa aliviará la presión sobre Pemex para financiar las inversiones de capital, que estima en al menos 10 mil millones de dólares anuales.
El gasto de capital ajustado total de la petrolera mexicana en 2024 fue de 14.8 mil millones de dólares, mientras que el apoyo actual de la banca de desarrollo, poco más de 13 mil millones de dólares, cubre menos de un año de la inversión requerida.
Además, destacó que si bien el programa reduce la presión sobre el balance general de la empresa, su magnitud subraya la necesidad de fuentes de financiamiento adicionales.
“Prevemos que estos fondos se destinen principalmente a actividades de exploración y producción (E&P), lo que permitirá a Pemex redirigir sus propios recursos al mantenimiento de la infraestructura existente”, comentó la calificadora.
Finalmente, destacó que la ejecución oportuna y precisa de las inversiones de capital será clave para revertir esta tendencia y estabilizar la producción a mediano plazo.
(milenio.com)