
Comienzan hoy en el Senado las pláticas (porque no serán otra cosa), entre legisladores de Morena y especialistas en derecho sobre iniciativa de reforma a la Ley de Amparo enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Este breve ejercicio, que tiene agendadas dos sesiones (hoy y mañana), no permite albergar esperanzas de que la iniciativa se pueda modificar, pese a los muy señalados peligros que contiene para la protección de los derechos ciudadanos.
Al menos que algo haya cambiado el fin de semana, lo natural sería que ocurriera con otros foros, “parlamentos abiertos’’, conversatorios, que se hicieron “para escuchar’’ y no para reformar los deseos presidenciales.
Ocurrió con la llamada reforma al poder judicial, para la cual se realizaron foros regionales en los participaron por igual colegios de abogados, académicos, abogados, ministros, ex ministros, y ninguna de las propuestas fueron atendidas.
Y ya ve los resultados.
Igualmente con otros temas, laboral, energético; el que quiera.
Los foros no han servido para enriquecer las iniciativas sino para lavarle la cara al partido en el gobierno que con esos diálogos (en realidad monólogos), justifica su apertura a la opinión ciudadana.
El peligro de acotar al mínimo el derecho de los ciudadanos a demandar el amparo de la justicia ante los eventuales abusos de las autoridades (de los tres niveles) debería incluso mover a la reflexión a los propios legisladores de Morena, dispuestos a aprobar sin mayor discusión todo lo que les llegue de Palacio Nacional.
No puede ser posible, por ejemplo, que un caso de un crédito fiscal el ciudadano solo pueda recurrir al amparo en la etapa del remate de los bienes confiscados, cuando el daño moral y patrimonial sería casi imposible de reparar aún si ganara el juicio.
Se supone que los legisladores son representantes de sus electores, no del gobierno.
Ojalá atendieran esa consigna antes de votar una legislación auténticamente autoritaria.
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No grave, gravísimo el hecho de que la torre de control del aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México, se haya quedado ¡diez minutos! sin comunicación con ningún vuelo de entrada o salida.
El hecho, atribuido por las autoridades a la tormenta que azotó a la capital, pudo haber provocado una tragedia, pero el argumento no se sostiene porque no es la primera tormenta de esa magnitud (ha habido otras peores) y sin embargo no había ocurrido una falla en las comunicaciones.
El hecho requiere una amplia investigación para corregir y prevenir que vuelva a ocurrir.
Y de paso, que las autoridades atiendan el llamado de los controladores de vuelo que se quejan de jornadas extenuantes por la falta de personal.
Ojo.
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En la aduana de Veracruz, administrada por la Secretaría de Marina, se encuentra un contenedor con instrumentos musicales, la mayoría usados, que las escuelas de Suiza donaron para las escuelas de Chiapas.
Pero sucede que los marinos a cargo del puerto, exigen documentación imposible de conseguir como facturas, certificados de autenticidad, etcétera, para dejar entrar los instrumentos a territorio nacional.
Bueno, ¿cómo estará el asunto que hasta el propio gobernador Eduardo Ramírez, pidió ayer la intervención de las autoridades federales para que los instrumentos lleguen a sus destinatarios?
Evidentemente, la posición de los administradores de la aduana en Veracruz fue duramente criticada en redes, sobre todo por el tema del huachicol fiscal.
Ya ve que dicen que el que “con leche se quema, hasta al jocoque le sopla’’.
@adriantrejo