
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), la economía mexicana continúa mostrando señales de enfriamiento, pues los datos más recientes apuntan a una desaceleración marcada por la contracción de 0.3 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre de 2025.
IMEF analiza posible inflación
Analistas de IMEF coincidieron en que la expansión del PIB en este año será de entre 0.5 a 0.7 por ciento, principalmente porque se mantendrá el estancamiento en la actividad industrial y manufacturera, así como la inversión privada que ya lleva once meses con contracciones mensuales.
Destacaron que los grandes obstáculos de la inversión son la inseguridad, el incierto marco jurídico derivado de la reforma judicial y la incertidumbre fiscal.
En cuanto a la inflación, mencionaron que aunque viene descendiendo, la definición subyacente continúa en una senda elevada, aumentando a 4.24 por ciento anual en la primera quincena de octubre.
“Este hecho hace que muchos miembros del comité cuestionen si fue oportuno que el Banco de México (Banxico) iniciara su ciclo de baja de la tasa de referencia y si debe continuar con el mismo”, puntualizaron.
Sin embargo, en el IMEF destacaron que la mayoría cree que la Junta de Gobierno, que se llevará a cabo el próximo 6 de noviembre, ajustará la tasa a la baja en otros 25 puntos.
Ante ello, consideran una tasa anual de inflación para 2025 de 3.9 por ciento.
Puntos más importantes de la Ley de Egresos
En lo relativo al presupuesto federal de 2026, señalaron que en lo concerniente a la Ley de Egresos, se expresaron las siguientes preocupaciones:
Las fuertes reducciones generales en salud y educación.
El elevado monto de los rubros inamovibles del gasto en pensiones.
Gasto financiero que absorbe cerca de 40 por ciento del total.
Acomodar la prioridad del elevado rubro de los programas sociales.
La presión sobre el gasto en infraestructura.
Asimismo, proyectaron que Pemex y CFE seguirán drenando recursos públicos sin poder encontrar una solución financiera u operativa definitiva para dichas empresas.
Sobre la Ley de Ingresos, comentaron que las medidas tributarias aprobadas son “distorsionantes y discrecionales” sin corresponder a una estrategia definida de recaudación y principios de eficiencia fiscal.
Además, puntualizaron que la sobreestimación del PIB “infla artificialmente” la recaudación.
“En conclusión, es un presupuesto que no tiene márgenes de maniobra para acomodar algún shock inesperado y externo”, advirtieron los analistas del IMEF.
(milenio.com)






