» El gobernador con teflón

Esta nota fue creada el martes, 17 mayo, 2011 a las 22:12 hrs

Algo tiene el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame quien, aunque ha dado muestras excesivas de su incapacidad para contener la violencia en su estado, la crítica se le resbala.

A diferencia de, por ejemplo, el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, criticado hasta la saciedad por las fosas de San Fernando, Adame respondió con un decálogo de buenas intenciones a la demanda de paz y justicia enarbolada por la ciudadanía en voz del escritor Javier Sicilia.

Torre Cantú logró un acuerdo con el gobierno federal para que la Secretaría de la Defensa Nacional enviara 500 elementos al estado que cumplirán tareas de policías estatales, en tanto las locales se profesionalizan; los sueldos de estos militares-policías serán pagados por el gobierno del estado.

Pero en Morelos no pasa nada.

Su gobernador continúa pasmado o en estado de levitación, contemplando cómo es que la violencia se enseñorea cada vez más del territorio morelense.

El gobernador ha dicho que buena parte de la violencia que registra el estado “fue heredada”, lo cual no lo exime de su responsabilidad de garantizar un mínimo –tendría que ser el máximo- de seguridad para los morelenses.

Lo malo del asunto es que el teflón político que lo cubre, incluso para pensarse presidenciable, lo que no solo constituye un despropósito sino una ofensa para sus gobernados.

Y mientras el estado se postra ante la delincuencia organizada, Adame asume que un puñado de buenas intenciones es suficiente para que la gente no le reclame más su ineficacia, canalizando hacia el gobierno federal la irá social.

Ese si es teflón político del bueno.

Si no lo hizo ya, en estos días el gobernador de Sinaloa Mario López Valdez anunciará el relevo del secretario de Seguridad Pública del estado, Francisco Manuel Córdova Celaya.

Lo interesante del asunto es que el cambio no se da por ineficiencia sino porque Córdova Celaya es conocido como un operador político muy eficiente en las filas de PAN y sus servicios serán requeridos por el blanquiazul en el estado de México, Coahuila y Nayarit.

Es decir, dejará de hacer tareas policiacas para dedicarse a hacer tareas político partidistas.

Malova también anunciará algunos enroques en su gabinete para eficientar la administración estatal.

Pues a Alejandro Encinas ya se le concedió el primer milagro: tener reunidos en un templete a López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas y Marcelo Ebrard, lo cual no se sabe hasta ahora si es bueno o malo o todo lo contrario.

Por lo pronto la foto envía “una señal de unidad” que pocos creemos.

Del otro lado, el candidato del PRI a la gubernatura del estado de México, Eruviel Ávila, reunió a los presidentes nacionales del tricolor, del Verde y de Nueva Alianza.

Hubo una diferencia significativa entre los discursos iniciales de Encinas, Bravo Mena y Ávila; los dos primeros fueron totalmente políticos pidiendo transparencia y equidad en tanto que el priísta comprometió 10 líneas de acción de su eventual gobierno.

¿Será que es inalcanzable?





           



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