Entre las primeras cinco causas de muerte en México, se encuentran las enfermedades cerebrales que se originan en el sistema circulatorio. Estas enfermedades son también una causa muy importante de incapacidad, ya que ocasionan secuelas muy graves, como quedarse mudo, ciego, postrado en cama para toda la vida o con medio cuerpo paralizado.
El cerebro es un órgano muy interesante por múltiples razones. Una de estas razones es que es un órgano casi avascular, es decir, que los vasos sanguíneos están propiamente en la superficie pero muy pocos penetran.
Debido a esto, una súbita obstrucción de un gran vaso sanguíneo que va al cerebro, ocasiona una lesión muy severa. Este tipo de lesiones son propiamente infartos del cerebro, que consiste en la muerte de las células cerebrales, llamadas neuronas.
Así, un infarto cerebral es la muerte de una zona del cerebro por algo que tapó el vaso sanguíneo que lo alimentaba. La principal causa de este tipo de obstrucción es un trombo (un coágulo) que se produce en una arteria dentro del cerebro o en los vasos del cuello que van al cerebro, llamados carótidas, que tienen una obstrucción parcial por grasa.
A esto es lo que llamamos enfermedad ateroesclerosa cerebral, que ocasiona un 90% de todos los casos de lesión cerebral.
El restante 10%, ocurre por graves arritmias del corazón que producen coágulos que se desplazan hacia el cerebro, lo que llamamos una embolia cerebral, como pasa en la llamada fibrilación auricular que es una arritmia muy frecuente y que nos obliga a los médicos a detectarla a tiempo y a tratar al paciente con anticoagulantes para diluir su sangre y evitar estos trombos.
Otras causas menos frecuentes son una lesión reumática de una válvula del corazón, tumores cardíacos y complicaciones de cateterismo cardíaco o cirugía de corazón abierto, ya que estas causas pueden provocar embolias cerebrales muy graves.
Dado que con mucho, la ateroesclerosis de la circulación carotídea y cerebral es la primera causa, les muestro en la Figura 1, una obstrucción de una de estas arterias debida a una placa de grasa dura, situación que observamos en personas fumadoras, diabéticas, con colesterol alto o con severa hipertensión arterial.
Hace un año, un paciente mío, al que llamaremos Octavio para conservar su anonimato, estaba trabajando en su escritorio cuando un severo dolor de cabeza lo incomodó muchísimo. A los pocos minutos notó que no podía pronunciar correctamente ninguna palabra ni podía escribir.
Dado que a sus 54 años, ya había pasado por una cirugía de corazón, debido a angina de pecho por obstrucciones ateroesclerosas en las arterias coronarias, el neurólogo que consultó me buscó para recibir ayuda profesional cardiológica.
Más tarde, le realicé un cateterismo que mostró una lesión del 90% de obstrucción de su arteria carótida izquierda, por lo que le aplicamos un stent y medicamentos anticoagulantes directos en la arteria y después tomados durante 10 meses, con lo que se recuperó totalmente.
Este tipo de tratamiento, llamado Intervencionismo Carotídeo Percutáneo o ICP es relativamente nuevo, lo llamamos también angioplastía carotídea y permite resolver este tipo de graves problemas, que antes no podíamos solucionar o implicaba una cirugía muy cruenta y de alto riesgo.
También en el terreno del diagnóstico se han logrado avances muy importantes. Antes nos veíamos precisados a realizar una angiografía carotídea a todos los pacientes, lo cual es un procedimiento costoso y aunque el riesgo es bajo no está exento de problemas, por lo que la llegada del ultrasonido carotídeo, que iniciamos en el Centro Médico Siglo XXI a principios de los años noventa, brinda mucha información sin molestias ni riesgos para el paciente.
Este tipo de estudios se le debe realizar a las personas que sufren de deterioro intelectual, de mareo frecuente, así como a los hipertensos muy severos o de difícil control, sobre todo si además son diabéticos o enfermos de colesterol elevado.
Es importante destacar que una lesión poco obstructiva en una carótida tiene gran importancia pues es un motivo de que la arteria no funcione bien, ya que cualquier grado de obstrucción en una arteria, provoca mala función del tapiz del aparato circulatorio, el endotelio, del cual les hablé recientemente.
En estos casos, siempre será útil el empleo del ácido acetil salicílico, así como de las estatinas que es un tipo de medicamentos que usamos para bajar el colesterol, pero que además son muy útiles para este tipo de pacientes, aunque no tengan el colesterol elevado, una situación muy conocida y que es debida a un efecto especial de estos fármacos.
Por lo tanto, es deseable que ustedes como lectores, consideren la necesidad de que sus médicos los identifiquen como individuos de riesgo alto para una enfermedad cerebral ya sea por embolia o por una trombosis en un vaso carotídeo.
Espero haberles despertado la curiosidad, pues estaré a sus órdenes en el blog para sus preguntas y comentarios.
Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com
Hasta la próxima.