» Los días de fiesta y el corazón

Esta nota fue creada el lunes, 5 enero, 2015 a las 6:45 hrs
Sección: La corazonada

Dado que el puente Guadalupe-Reyes culmina el día de hoy, me pareció oportuno revisar para ustedes los efectos que sobre el corazón tienen las fiestas.

La combinación de comilonas con la ingestión de alcohol y pocas horas de sueño, provoca varios problemas en el sistema circulatorio.

En las fiestas la gente prepara alimentos más condimentados, con más sal, con mayor cantidad de grasa animal e ingiere cantidades mayores de lo que han guisado, incluso varias veces en el mismo día. Esto descontrola la presión arterial de los hipertensos, favorece las arritmias y hasta la posibilidad de un evento de angina de pecho pues el corazón trabaja mucho más para una digestión difícil y una sangre más espesa por las cantidades de triglicéridos, azúcar y colesterol que cenaron. Los diabéticos se descompensan con facilidad y muchos se ven precisados a acudir a urgencias por hiperglicemia, un alto nivel de azúcar en la sangre, ya que es la época de las colaciones, el ponche y cenas copiosas.

Otro cambio en el estilo de vida que provoca alteraciones en el sistema circulatorio es dormir poco. Las pocas horas de sueño que disfrutamos en estas fiestas altera todo el ritmo biológico de las personas, en particular el ritmo circadiano de las decenas de hormonas y moléculas vasoactivas que nuestro organismo produce. Recuerden que tenemos dos picos de elevación de estas sustancias útiles para controlar el sistema circulatorio, el primero de los cuales ocurre hacia la madrugada, pero en las fiestas navideñas, apenas vamos llegando de madrugada a casa, así que todo nuestro organismo lo resiente, sobre todo el corazón.

Un aspecto crucial en las alteraciones circulatorias es el consumo de alcohol. En realidad los enfermos del corazón no tienen necesidad de abstenerse totalmente del etanol, ya que en esta columna les he explicado antes, que existen varios efectos benéficos que sobre el corazón que tienen pequeñas cantidades de alcohol. De tal manera, que hasta 60 ml de etanol por día son perfectamente permitidos, lo cual podemos recibir con hasta tres copas de vino de mesa o una de sidra o vino espumoso y dos de tinto o lo que ustedes decidan beber en estas fiestas.

Pero un consumo mayor tiene claros efectos indeseables en la presión arterial y en el ritmo cardíaco. Existe suficiente evidencia médica para asegurar que conforme superamos los 60 ml de alcohol al día, la presión arterial empieza a elevarse, de tal manera que beber unos cinco tragos (algo así como 150 ml de etanol) nos podría poner en una cama del servicio de Urgencias, con un descontrol hipertensivo mayor.

El área en donde más han sido estudiados los efectos de las fiestas con alcohol sobre el corazón, son las arritmias. De hecho el término “el corazón del día de fiesta” se acuñó hace como 35 años para explicar los síntomas de personas que llegaban al hospital con desmayos y palpitaciones por una terrible taquicardia. Cualquier individuo puede presentar este problema, ya que no es necesario tener alguna lesión cardíaca para que este problema se presente, ya que en personas completamente sanas, ha sido demostrado que los efectos directos del alcohol son los que provocan las arritmias. Esto se debe sobre todo al acetaldehído, la primera sustancia que nuestro hígado produce al recibir aquel tequila, vino o whisky que nos tomamos. Así que el primer metabolito del alcohol es el responsable directo de sus efectos tóxicos.

Las arritmias que se presentan en el “corazón del día de fiesta” son de muchos tipos y no todos son benignos. Los latidos prematuros son sentidos como palpitaciones con pausas, incluso pueden acompañarse de tos y son muy frecuentes. La otra arritmia muy común en estos casos es la fibrilación auricular, que es la más frecuente de las arritmias en humanos, pero que las vemos con más frecuencia en gente de más de 60 años que padece hipertensión y en el “corazón festivo” se observan en gente joven y sana. Consiste en una serie de latidos irregulares, generalmente muy rápidos, en donde las aurículas ya no se contraen de manera eficiente y eso puede provocar la formación de un trombo (un pequeño coágulo) dentro del corazón, que si se desprende ocasiona un daño muy grave y si es neurológico puede ser irreversible, pues el fiestero enfrenta ahora una embolia cerebral.

No crean que lo que estoy mencionando es algo raro. En los hospitales especializados en Cardiología llevamos todo tipo de estadísticas y desde hace unos 20 años, ha sido muy evidente el elevado número de personas que requieren hospitalización por un corazón festivo, lo que hace que los internamientos en diciembre se hayan triplicado. También las consultas a Urgencias por este motivo se cuadruplican, de tal manera que no es un problema menor.

Finalmente no puedo dejar de llamar su atención a que no sólo individuos sanos son víctimas de las fiestas decembrinas, pues pacientes ya conocidos como cardiópatas pasan por las mismas situaciones de comilonas, desvelos y muchos brindis. En este tipo de pacientes se han presentado casos de muerte súbita.

Bueno, como las fiestas terminarán hoy con la partida de la rosca de Reyes, espero que la información que les proporciono les resulte útil para evitarse un problema en el siguiente puente Guadalupe-Reyes del 2015.

Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com

¡Feliz año! y hasta la próxima.





           



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