» Revisitando el corazón de las mujeres

Esta nota fue creada el lunes, 20 octubre, 2014 a las 6:45 hrs
Sección: La corazonada

Desde hace unos 5 años se empezó a notar que las cosas cambiaron en el ámbito de las enfermedades cardiovasculares. Contra el pensamiento habitual, de que los hombres mueren por infarto y las mujeres por otras causas, no sólo los han igualado sino que incluso los superaron en los dos últimos años. En Julio del 2011 inicié esta columna, precisamente con un análisis del corazón de las mujeres, por lo que me pareció oportuno revisar el tema una vez más, a la luz del estado actual de las enfermedades cardiovasculares en el género femenino.

Cerca del 40% de las muertes en México son por infarto del miocardio, que es también una importante causa de discapacidad. En consecuencia, el infarto ocasiona un alto costo en pérdida de vidas, un terrible deterioro en calidad de vida y un enorme gasto económico.

Debemos cuidar mucho el corazón de las mujeres puesto que en los dos últimos años han superado a los varones en la frecuencia de infarto del miocardio, además de que dos tercios de las mujeres que lo sufren no logran recuperarse, a diferencia de la recuperación en varones que llega al 50%.

Hace 5 años se estableció una estrategia preventiva gracias a la iniciativa privada, encaminada a disminuir la mortalidad femenina secundaria a infarto y me llamó la atención que hace un mes, el Estado de Michoacán lo replicó a través de su sistema DIF, algo que debería hacerse extensivo a todo el país, para que el sector público cumpla mejor con su trabajo. “Salvemos el corazón de las mujeres” es una campaña extraordinaria y necesaria en todo el país, que por fortuna ya también realiza el Estado de Colima, a partir de Agosto.

La situación actual es muy grave y en mi opinión, las actuales políticas públicas están realizando pasos titubeantes y claramente insuficientes para prevenir la muerte en nuestras mujeres.

El problema es muy complejo y tiene implicaciones clínicas, sociales, educacionales y económicas. Las mujeres fuman más que los varones, un 38 contra un 27% y presentan diabetes mellitus con mayor frecuencia en proporción 2 a 1. Socialmente es aceptado que las mujeres fumen y beban, con frecuencia más que los varones, algo que antes no veíamos. También son más sedentarias y tienen un mayor nivel de grasa corporal que los varones, algo que siendo completamente lógico, les resulta perjudicial pues metabolizan peor las grasas. Aunque todo esto es importante, el mayor factor que actúa en su contra, es la pérdida de la protección vascular que les brindan los estrógenos cuando llegan al climaterio.

Sin embargo, no es admisible que sin limitación alguna, los médicos prescriban hormonas a todas las mujeres en esta etapa. La terapia de reemplazo hormonal también fue revalorada a la luz de un nuevo estudio científico publicado en julio de este año. Los resultados no modificaron lo que ya se sabía: las únicas mujeres beneficiadas cuando reciben hormonas en el climaterio, son las que padecen de diabetes mellitus. No hay justificación para que los médicos sigan prescribiendo tan altos volúmenes de estrógenos a las mujeres durante el climaterio.

Por todo esto, en los dos últimos años las mujeres tuvieron un porcentaje mayor de mortalidad cardiovascular que los varones. En Septiembre pasado, se estableció que el 12% de los varones murieron por infarto, pero lo mismo pasó con el 12.2% de las mujeres. La misma situación ocurrió con las otras causas de mortalidad cardiovascular, pues fue más alta la mortalidad femenina en infarto cerebral y cardiopatía hipertensiva.

Las mujeres tienen mucho que hacer para modificar su pronóstico de vida y evitar un infarto. Apegarse a un plan saludable de alimentación les puede dar un 30% de menor mortalidad, algo que no hace ningún medicamento. Es indispensable que consuman fitoesteroles y ácidos grasos esenciales (los famosos omega 3, 6 y 9) como les he planteado en La Corazonada que le dediqué a la dieta mediterránea. Esto es parte de la modificación del estilo de vida que cada persona debe efectuar para poder prevenir un infarto. Incluye mantener un peso saludable, realizar actividad física aeróbica durante 30 minutos por cuatro veces a la semana como mínimo y abandonar el tabaquismo. Es muy importante mantener un estricto control de las diferentes enfermedades que favorecen la ateroesclerosis. A saber, bajar y conservar el colesterol debajo de 200 mg/dl (miligramos por cada 100 ml de sangre), la glucosa por debajo de 100 mg/dl y la tensión arterial en 130/80 mm Hg o menos.

No cabe duda, el mensaje es claro: Salvemos el corazón de las mujeres.

Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com

Hasta la próxima.





           



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