» Salvar una vida

Esta nota fue creada el lunes, 11 junio, 2012 a las 23:23 hrs
Sección: La corazonada

Analicemos hoy el tema del tratamiento de la muerte súbita por personas no dedicadas a la Medicina. El 26 de febrero en La corazonada hicimos el primer análisis sobre este tema, pero hoy lo enfocaremos a lo que usted puede hacer por una persona en paro cardiorrespiratorio.

Si bien hay múltiples causas de muerte súbita, el infarto del miocardio es la primera causa con el 95% de todos los casos en nuestro país, ya que el 62% de quienes sufren un infarto, se manifiestan como muerte súbita y aunque no tenemos un número exacto en México, se considera que son unos 50 000 muertos por año sólo por este problema, que en los EE UU causa unos 400 000 a medio millón de casos.

A la atención que le brindamos a un paciente en paro cardíaco, la llamamos Reanimación Cardio-Pulmonar (conocida comúnmente como RCP) y puede ser básica o avanzada.

La primera comprende las acciones del ABCD que analizamos líneas adelante y la segunda, es todo el soporte de vida que un equipo médico ofrece a un paciente en esta condición, generalmente pero no de manera exclusiva en un ambiente de hospital. La sobrevida con RCP básica que logra éxito en 4 minutos y hasta ocho con la avanzada corresponde a un 43%. ¡Casi uno de cada dos pacientes en paro pueden recuperar su vida!.

La llamamos exitosa, porque se obtienen latidos cardíacos efectivos, pero si esto no se logra y se llega a un soporte avanzado de unos 15 minutos o más, la sobrevida solamente alcanza el 10%. Sólo uno de cada 10 personas en paro podrá recuperarse si se prolonga  demasiado la RCP.  Se debe considerar que esos minutos iniciales son cruciales para que una persona sea recuperada; la semana pasada un empresario mexicano muy conocido tuvo muerte súbita a los 35 años. Esto no debía haber ocurrido.

Hay una muy diferente mortalidad en los hospitales que en la calle. En los hospitales la atención de paro es un sistema bien integrado, que en Cardiología del Centro Médico Nacional, fue instalado durante mi gestión como director general en el 2008 con el nombre de Código Azul,  por primera vez en 47 años, con lo que se logró disminuir la mortalidad de ese hospital.

Dado que el 95%  de los casos de muerte súbita son por infarto, se trata de casos de muerte eléctrica, por eso el ABCD es crucial, ya que incluye la Desfibrilación. En todo el mundo se considera que una de las primeras cosas que se debe brindar es la desfibrilación, pero en México no tenemos la cultura de tener este tipo de aparatos disponibles, excepto en los hospitales.

En relación al tema de la Fibrilación, nos referimos a una situación caótica del ritmo cardíaco, sin contracciones efectivas, ya que es la ausencia de un ritmo cardíaco, ¡es el propio paro cardíaco en sí mismo! Sin embargo, la fibrilación ventricular te permite apoyar a la víctima de paro en los primeros 3 a 4 minutos con masaje cardíaco eficiente, en tanto tienes la oportunidad de usar un desfibrilador externo si estuviera accesible.

En muchos países, hay desfibriladores en los sitios de asistencia masiva: cines, teatros, estadios y centros comerciales.  Pero, insisto, en México no. Este es un tema crucial, pues la muerte súbita, entiéndase la muerte eléctrica, es la primera causa de fallecimientos en el país y no se hace nada eficiente para evitarlo, lo cual debe incluir la prevención como se analizó en la columna que menciono al inicio.

Verificar que la persona está inconsciente, colocar al paciente con la cara hacia arriba e iniciar el ABCD del soporte vital, conocido habitualmente como reanimación cardiopulmonar. Para verificar el estado de alerta, hable fuerte a los oídos de la persona e intente verificar si respira; si no lo hace inicie el soporte vital.

Los Puntos Clave para salvar una vida son:

1.- Acuda con seguridad a apoyar a una persona que se desploma delante de usted.

2.- Verifique respuesta de la persona caída.

3.- Active un servicio de urgencias o solicite a alguien más que lo haga.

4.- Inicie el ABC del soporte a una víctima de paro.

Estas sigla son internacionales y comprenden:

A: Vía aérea permeable, para lo cual es útil extender la cabeza y elevar la barbilla de la víctima. Recordar que la lengua es la principal razón de obstrucción de las vías aéreas y esto se evita con esta maniobra.

B: viene de la palabra inglesa Breathe que significa respiración y

C: dar apoyo a la circulación. Se añade la letra D para recordar que la maniobra más efectiva es sacar al paciente de la fibrilación ventricular, por eso:

D: desfibrilación del paciente.

La clave es entonces, 2 respiraciones y 30  compresiones del tórax o a razón de 5×1 cuando hay una segunda persona que te ayude, para cumplir con el B y C del apoyo básico. No olvide entonces que 2×30, es la clave para la vida.

Las compresiones deben realizarse a razón de una frecuencia de 100 por minuto, para lo cual se deben colocar ambas manos entrelazadas en el centro del tórax, comprimiendo 4 a 5 cm el pecho, permitiendo la expansión completa del tórax. Las personas que no han tenido una preparación podrían lograr un buen apoyo con el sistema “Sólo manos” que ha sido propuesto en Europa y EE UU, en donde ya realizan este apoyo aún sin iniciar ventilación boca a boca.

Si usted por cualesquier causa se siente incapaz para realizar la ventilación como se ha mencionado, realice el apoyo del masaje externo como lo describimos aquí hasta que reciba ayuda profesional. Les recomiendo revisar los videos sobre la canción “Staying alive” de los años 70 en Youtube, relacionados con este tema.

En relación al punto 3, la activación de un servicio de urgencias, corresponde al  066 en México pero las deficiencias en la respuesta son múltiples, pues todo tipo de urgencias son atendidas en este número.

Un programa asociado a la RCP es la maniobra de Heimlich, conocida desde hace 40 años y que sirve para apoyar a una persona que sufre una obstrucción de las vías aéreas por un alimento que “se le fue por otro lado” como decimos coloquialmente. Para esto uno debe colocarse a la espalda de la persona, abrazarlo colocando las manos en el epigastrio (“la boca del estómago”) y hacer una o más compresiones enérgicas hasta lograr que la persona respire de nuevo. Esto lo he tenido que hacer al menos tres veces en mi vida y sin duda, la satisfacción de poder ayudar a alguien en un trance tan grave, es enorme.

Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com

Hasta la próxima.





           



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