» Tomemos un cafecito

Esta nota fue creada el lunes, 4 junio, 2012 a las 23:22 hrs
Sección: La corazonada

El café ha acompañado a la humanidad desde hace un milenio. Hay registros en La Meca del año 950, donde se menciona esta aromática infusión. En México se cultiva desde hace 290 años al menos, gracias a los españoles, durante La Colonia, ya que lo trajeron de Asia Menor.

En la medicina moderna, han sido ampliamente estudiados los efectos del café, ya que produce una sustancia vasoactiva muy conocida: la cafeína.

Esta sustancia pertenece a las xantinas, que son un grupo de sustancias psicotrópicas y vasoactivas, con un mínimo perfil de adicción psicológica, que no física, a excepción de algunas xantinas altamente adictivas como la nicotina.

Cuando menciono que una xantina es vasoactiva, me refiero a que en algunos órganos de nuestro cuerpo produce dilatación de los vasos sanguíneos pero en otros órganos produce vasoconstricción, es decir aumenta el tono de las arterias del cuerpo y por ello puede elevar la presión arterial.

Como además, tiene un leve efecto inhibidor de una hormona del cerebro que retiene líquidos y electrolitos,  la cafeína nos hace orinar más, no sólo porque tomamos más líquido.

Por años, los enfermos del corazón recibieron el consejo de disminuir su consumo de café, pues se consideraba que producía muchas arritmias y elevaba la presión arterial. Hay que aclarar que estos conceptos han cambiado, pues la  prohibición de tomar café debe ser individualizada.

Hay mucha información científica, que avala que en algunas personas puede favorecer las extrasístoles auriculares, una arritmia menor, pero no hay evidencia que favorezca las de origen ventricular, que son propiamente las peligrosas.

Por supuesto, escuche el consejo de su médico en relación a esto, pero en principio, unos 100 mg de cafeína al día, que corresponden a dos tazas de café, de unos 150 ml cada una, son perfectamente bien tolerados y yo se los recomiendo por su efecto benéfico sobre el endotelio de las arterias, ya que tiene muchos Polifenoles.

¿Recuerdan los bioflavonoides del vino?, pues son sustancias equivalentes que han mostrado un efecto benéfico en la circulación, al disminuir el colesterol malo y aumentar el bueno, además de favorecer la producción de óxido nítrico, el más poderoso vasodilatador que conocemos y que se produce en el endotelio, esa increíble capa interna de los vasos sanguíneos.

Por supuesto, podrían tomar café descafeinado, pero el efecto benéfico mencionado, no se da con esta variedad de café, como tampoco se da con las bebidas energéticas ni los refrescos.

En promedio, un refresco de cola tiene unos 50 mg por cada 100 ml de líquido, así que si se toma uno de 600 ml con la comida, recibirá tres veces la dosis recomendada de cafeína y en consecuencia ya no tendrá efectos benéficos sino todo lo contrario.

Efectivamente, hay un efecto individual, basado en su herencia personal, pues cada uno de nosotros reaccionamos de manera diferente, por lo que observamos que unas personas no duermen y están como maraqueros si toman café de noche y a otros les favorece el sueño, pues les produce un ligero efecto sedante.

Sin embargo, la respuesta individual sí tiene que ver con la cantidad de cafeína que se ingiere o la combinación con alcohol o con otras xantinas como el tabaco. Por eso afirmo, que ya deberían haberse prohibido las famosas bebidas energéticas.

También se ha observado que los efectos de la cafeína, que de por sí no son homogéneos, son más fuertes en los hombres con respecto a las mujeres.

Pero, además, son más fuertes en quienes toman anticonceptivos, analgésicos anti inflamatorios no esteroideos como el naproxeno, diclofenaco y otros, además de algunos medicamentos contra la presión arterial alta, pero no todos, por lo que debe consultar a su médico de confianza sobre el medicamento para la presión que usted use, para saber si no está en riesgo de una elevación muy severa de la presión, pues habitualmente la elevación sólo es de unos 10 mm/Hg y en forma transitoria.

A quien no le recomiendo tomar café es a las embarazadas, pues como todas las xantinas, la cafeína cruza la barrera placentaria y produce taquicardias en los bebitos en el útero incluso arritmias fetales.

A las mujeres en edad del climaterio, también se les recomienda no beber más de dos tazas en 24 horas, pues se ha identificado que promueve la salida del calcio de los huesos, con lo que potencialmente podría favorecer la osteoporosis, si bien este tema sigue siendo muy controvertido, pues muchos investigadores opinan que este potencial efecto indeseable, se supera fácilmente con el ejercicio aeróbico cotidiano y es superado por el efecto beneficio de los polifenoles, que disminuirían la ateroesclerosis, un problema que se favorece con la edad, ya que cuando las mujeres tienen la menopausia, pierden el efecto protector que los estrógenos le proporcionan al endotelio vascular.

A favor de este efecto benéfico de la cafeína, comento a ustedes una investigación muy interesante que involucró a medio millón de personas en varios países, durante 10 años. Se encontró que 122,688 individuos de este grupo, mejoraron su perfil de riesgo para infarto del miocardio.

Otro estudio realizado con poco más de 12 000 enfermeras que ya habían tenido un infarto, mostró que a 5 años, la mortalidad bajó más en las que tomaban café.

Por cierto, no beba café si va a ir a consulta, ya que he mencionado que la respuesta es individual y hay personas que podría bajarles la presión y al llegar a su chequeo estar con la presión normal, pero en realidad ser hipertensos, lo que se ha llamado hipertensión enmascarada. Pero le puede pasar exactamente al revés, ya que puede tener 10 mm/Hg más alta la presión si tomó un café en la última hora y recibir un mal diagnóstico de hipertensión arterial.

Así pues, los invito a que se tomen un cafecito y lo disfruten en la seguridad de que no les está haciendo daño, sino todo lo contrario. Pero como con el etanol, no abusen chatos.

Hasta la próxima.





           



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