>Cada año, luego de la reunión que tradicionalmente realiza el Presidente de la República en turno con su gabinete, trasciende que “les leyó la cartilla”.
Ayer el presidente Enrique Peña realizó el ritual anual; se reunió por poco más de cuatro horas con su gabinete legal y ampliado y las versiones de los Secretarios de Estado que quisieron hablar fue, invariablemente, “que redoblarán esfuerzos”.
Pero, aunque ninguno de los entrevistados lo dijo abiertamente, la de ayer sí fue una exigencia en serio.
Redoblar esfuerzos implica que se pongan a trabajar, sin disputas internas, porque en el horizonte cercano están las elecciones intermedias del 2015 y en el lejano la presidencial del 2018.
Para Peña y su primer círculo, está claro que el costo de las reformas constitucionales en materia energética, política, fiscal, de competencia económica, financiera, educativa, en materia de corrupción, fue muy alto y que si las elecciones fueran este verano, el PRI no mantendría sus mayorías en el Congreso.
La única –única- forma de revertir la mala percepción que la mayoría de los mexicanos tienen del gobierno y su partido –derivado principalmente por los efectos de la reforma fiscal-, es que el resto de las reformas que prometieron bienestar para el país, arrojen resultados en el corto –muy corto- plazo.
Porque no solamente está en juego la permanencia del PRI como primera fuerza política del país, sino la continuidad de un proyecto diseñado por Peña, que trasciende los seis años de su presidencia.
Así que en próximo corte de caja que se hará de la actuación de los secretarios de Estado, por ahí de abril, no hay resultados, rodarán cabezas.
La exigencia es resultados ya.
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>Pues que la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, anduvo presumiendo ajeno.
Como recordará, el martes pasado el presidente Enrique Peña visitó el municipio guerrerense de Cochoapa, el más pobre del país de acuerdo con la versión oficial.
En el acto oficial se entregaron viviendas a las familias indígenas de la comunidad, pero los recursos con los que se construyeron estas viviendas salieron mayoritariamente de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que preside la hidalguense Nuvia Mayorga Delgado, y no de la Sedesol como se presumió.
De hecho, Mayorga tuvo la delicadeza de colgarse la medalla frente al Presidente, pero si declaró que “gracias a los trabajos coordinados de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, el Fondo Nacional de Habitaciones Populares, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y los gobiernos locales, el gobierno federal trabaja para atender la pobreza extrema y las necesidades de vivienda de los indígenas´´.
¿Y la Sedesol?
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>El gobierno de Guerrero respondió nuevamente al reclamo que hizo el miércoles la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), sobre el informe de los grupos de autodefensa que operan en el estado.
El gobierno guerrerense precisó que “la naturaleza del documento emitido por la CNDH, de acuerdo al artículo 175 de su Reglamento, no implica ningún tipo de seguimiento por parte de ese organismo, y tampoco la CNDH ha requerido alguna respuesta al Gobierno del estado.
“Por lo cual, lo referido el día 7 de enero por el titular de la Secretaría General de Gobierno es la única posición del Gobierno de Guerrero frente a dicho informe.
“Desde el Gobierno del estado mantendremos informada a la sociedad y a la opinión pública, sobre las acciones que se han realizado y que se emprenderán en seguridad pública y procuración de justicia”.
O sea, que la CNDH se dé por enterada y ya.