Las dirigencias nacionales de los tres partidos más grandes de México cambiaron en las semanas recientes y no se conoce que el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, los haya convocado para el establecimiento de una agenda de los temas que le interesan al gobierno.
Mala señal que haya sido el presidente Calderón, en Los Pinos, quién haya recibido a Humberto Moreira y después a Gustavo Madero para un primer encuentro, lo que relegó a Blake y a la Secretaría de Gobernación a una simple oficialía de partes.
Ni el secretario ni la Secretaría tienen el peso político de antaño a pesar de que se sigue diciendo que es la garante de la seguridad interna.
Ya no es así.
Ni una semana cumple la flamante dirigencia nacional del PRD y ya tiene que mediar entre las tribus para que no se despedacen por el poder.
Sucede que el arribo de Jesús Zambrano a la presidencia del PRD tendrá sus consecuencias en la Cámara de Diputados.
El artículo 111 de los estatutos perredistas establece que no podrán ocupar cargos partidistas quienes tengan un cargo de elección popular o un mando superior en la administración pública.
Zambrano tendrá que solicitar licencia para dejar la diputación federal; pero sucede que es vicepresidente de la Mesa Directiva y ya el diputado marcelista Armando Ríos Piter levantó la mano.
La trascendencia del hecho es que en septiembre le corresponderá al PRD presidir la Cámara de Diputados, una posición que se convierte en botín político más que atractivo.
Y del otro lado, los perredistas esperan la definición de Alejandro Encinas, quien decidirá la semana próxima si se va al estado de México en pos de la gubernatura, ya sea con López Obrador o con el PRD.
Dejaría pues la coordinación de los diputados del PRD cargo para el que ya se apuntan en combate feroz, Agustín Guerrero y Thelma Guajardo.
¿Cómo la ve?
Hoy quedará formalizada la alianza en el estado de México.
Pero no será la del PAN con el PRD ni la de Convergencia con el PT y el lopezobradorismo.
Se trata de la alianza electoral que suscribirán el PRI, el Verde Ecologista y el Partido Nueva Alianza, de la profesora Elba Esther Gordillo.
El documento será suscrito por los tres presidentes locales de los partidos pero al enveto acudirán los presidentes nacionales, Humberto Moreira, Jorge Emilio González Martínez y Jorge Kawagi.
Por cierto, el acelere que se dio la presidenta municipal de Naucalpan, Azucena Olivares, quien dijo ayer que se inscribirá por la candidatura del PRI al gobierno del estado de México, no se debió a una reconsideración de “sus méritos” sino a las ambiciones frustradas de su esposo, Guillermo González, uno de los hombres más ricos del municipio, que pretendió varias veces ser gobernador.
Olivares sabe que no tiene absolutamente ninguna posibilidad, pero quiere encarecer su apoyo a quien finalmente será designado candidato.
O sea, la señora entró a la pepena mayor a ver si pesca algo.