No hay en este momento, un candidato presidencial del PAN que despunte, como si lo tienen el PRI, el PRD y hasta el PT.
A pesar de los cambios en el Gabinete realizados la semana pasada, con los cuales supuestamente se fortaleció la precandidatura del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, la realidad es que no se le ve el perfil aunque siga siendo la primera opción.
Pese a ello, en el PAN –y en Los Pinos- no parece haber preocupación porque los precandidatos no han dado el estirón; ni Cordero, ni Heriberto Félix Guerra ni Alonso Lujambio se ven con los bonos suficientes ser la ficha principal del blanquiazul.
Eso, dicen los panistas, no es problema.
¿Cuánto tiempo lleva construir una candidatura?, preguntan.
Y ellos mismo responden con el ejemplo de la candidatura de Felipe Calderón, que en tan solo 90 días logró posicionarse en las encuestas y rebasar al favorito, Santiago Creel Miranda, a pesar de que éste contaba con el apoyo del presidente Vicente Fox.
Eso es cierto, pero Calderón traía consigo una experiencia política que hasta el momento, salvo Josefina Vázquez Mota y el propio Creel, ninguno de los precandidatos panistas tiene.
Calderón había sido ya diputado, presidente del partido, secretario de Estado; ninguno de los tres marcados como favoritos tiene la mitad del bagaje de Calderón.
¿Podrá el PAN construir un candidato como hace seis años?
Para reforzar la desabrida campaña de Manuel Añorve, los diputados del PRI llevarán su sesión plenaria previa al periodo ordinario de sesiones de febrero, al antes paradisíaco puerto de Acapulco.
A ver si con esta manita Añorve despunta pues las encuestas más alentadoras del PRI lo colocan en empate técnico con el aliancista Ángel Heladio Aguirre Rivero, a poco más de dos semanas de la elección.
Puede que los senadores también lleven al estado su reunión plenaria, como si ello ayudara a exorcizar los demonios de un Añorve soberbio y alejado de la población. Ya se verá.
El más satisfecho con el estilo de “confrontar’’ al gobierno y su partido, el PAN, que ha establecido Humberto Moreira, es el senador Manlio Fabio Beltrones quien, hasta la aparición en la escena nacional del coahuilense, había sido el único priísta en cuestionar las acciones del gobierno federal.
Nada más que hay de estilos a estilos; mientras que Beltrones es mucho más cerebral y estructurado en sus críticas, Moreira es más pasional, lo que a muchos priístas creen que le hizo falta a Beatriz Paredes.
Como quiera, Moreira está imponiendo un estilo que puede gustar o no, pero ya le está arrojando resultados.
Ayer mismo el secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, en una inusual conferencia de prensa salió a refutar las descalificaciones que hizo Moreira a la política social del gobierno federal.
Y parece que esa será la tónica hasta la elección presidencial.