
La comparecencia de ayer del secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, tuvo un dejo de campaña pre-presidencial.
No solo por la cantidad de fotos que le demandaron cualquier cantidad de senadores, sino porque hasta la oposición le reconoció el cambio de la estrategia para combatir a la delincuencia organizada.
Harfuch ofreció estadísticas sobre los resultados de la nueva estrategia, que lanzó al bote de desechos aquello de “abrazos no balazos’’, que tanto daño causó al país en general.
Y aunque promovió avances, no se mostró triunfalista sino que, por el contrario, reconoció el largo camino que falta por recorrer para pacificar al país.
Temido por muchos, odiado por los “duros’’ de Morena pero respaldado por la presidenta Claudia Sheinbaum y su grupo, el secretario de Seguridad se ha convertido en una especie de encantador de serpientes.
Si bien la reducción de los delitos de alto impacto, como el homicidio doloso ha sido una de las banderas que presumir para este gobierno, la oposición, sobre todo el PRI, pusieron en duda la metodología con la que se obtienen esas estadísticas ya que no se puede comprobar si todas las fiscalías estatales reportan el número real de homicidios diarios.
Ello, sin embargo, no fue obstáculo para que esta misma oposición reconociera como un avance el cambio de estrategia.
Falta, evidentemente, mucho camino por andar.
Si bien las estadísticas demuestran que se ha reducido el número de homicidios y se han capturado a cientos de narcos de todos los niveles, la extorsión, que es ahora el delito que más azota al país, lejos de contenerse se ha incrementado sustancialmente.
García Harfuch fue arropado en el Senado; vitoreado y aplaudido, algo así como lo que sucedía en los tempranos eventos de Sheinbaum.
¿Habrá sido un déjà vu morenista?
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La mayoría morenista en la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la ley de la Armada de México, con la que básicamente se llevan a nivel de ley los acuerdos firmados por López Obrador y Sheinbaum que le conceden facultades de vigilancia y seguridad a los marinos.
La reforma precisa las atribuciones que ahora tendrá la Marina Armada de México, que son “salvaguardar la soberanía y la integridad del territorio nacional en el mar territorial, zona marítimo terrestre, islas y cayos.
Se agregan las facultades que ya venían ejerciendo por acuerdo presidencial como la vigilancia en las aduanas y en los espacios aéreos correspondientes para lo cual se crearán las llamadas Unidades Navales de Protección Aeroportuaria.
Con esta reforma, el personal de Marina podrá revisar, inspeccionar y perseguir, en su caso, a buques o embarcaciones en la zona económica exclusiva de México y altamar con el objetivo de combatir actos ilícitos.
A nivel organizacional, uno de los cambios más significativos es la desaparición del Estado Mayor de la Armada que será sustituido por la Jefatura de Operaciones Navales cuyos miembros serán designados directamente por la presidenta Sheinbaum.
La oposición no pudo evitar la aprobación de esta ley que, según panistas y priistas, solo refuerza la militarización del país y aleja a la Marina de sus tareas constitucionales originales.
¿Cómo la ve?
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México le ha regalado al régimen cubano 60,000 millones de pesos en petróleo (para dimensionar la cifra, para ayudar a los damnificados por el temporal en Veracruz, Puebla, Querétaro, Hidalgo y San Luis Potosí, el gobierno dispone de 19,000 millones de pesos).
A cambio, recibirá en extradición al ciudadano chino Zhi Dong Zhang, acusado de ser uno de los principales proveedores de fentanilo a los cárteles mexicanos.
Buen negocio, ¿no?
@adriantrejo