» Ejecutan militares a presuntos sicarios…otra vez

Todavía no se disipa el humo de las ejecuciones extrajudiciales en Tlatlaya, estado de México, y el Ejército enfrenta otro caso de probable abuso y homicidio de siete pseduo jornaleros en Zacatecas.

El 7 de julio pasado, familiares de los siete presuntos “jornaleros” de Calera, Zacatecas, denunciaron su desaparición y responsabilizaron directamente al personal militar adscrito al 97 Batallón de Infantería con sede en Fresnillo, de los hechos.

El sábado 18 de este mes, los cuerpos de los siete desaparecidos –cinco hombres y dos mujeres-, fueron encontrados en las cercanías del municipio de Jerez; todos presentaban un tiro en la nuca.

Los ejecutaron pues.

Ayer mismo, la Procuraduría Militar detuvo y puso a disposición del mando de la 11 Zona Militar con sede en Guadalupe, Zacatecas, al coronel Martín Pérez Reséndiz y tres miembros de la tropa como probables responsables de la ejecución de los siete “jornaleros”, que no eran tales sino una célula de sicarios encabezada por Germán Martín García, alias “El nalgón”, ex militar precisamente del 97 Batallón de Infantería.

A la redacción del periódico Imagen de Zacatecas, llegaron fotografías y un video, obtenidos de los teléfonos móviles de los pseudo jornaleros, en los que se muestran portando armas de grueso calibre y, en el video, degollando a una persona a la que después le colocan la cabeza sobre el cuerpo.

El coronel Pérez Reséndiz había sido objeto de quejas pero no había sido cambiado porque presumía de su amistad con el general secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos Zepeda.

Martín García tenía 26 años y era el mayor de los integrantes de la célula junto con Beatriz Fernández, una de las dos mujeres ejecutadas, que tenía 27 años.

Los otros cinco ejecutados tenían 16,17, 15, 17 y 18 años pero ya contaban con una carrera delictiva importante.

Como en el caso de Tlatlaya, no se justifica la ejecución de nadie, aún y cuando se tratara de delincuentes.

Los militares debieron presentarlos ante la autoridad civil, como marca el protocolo, y no hacer justicia por propia mano, aún y cuando una parte de la sociedad considere que se le hace un favor a la ciudadanía.

Será ahora la justicia militar y después la civil, o viceversa, las que determinen si Pérez Reséndiz y su tropa son responsables de homicidio.

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Lo que vale destacar de los hechos en Zacatecas, es que ni la Procuraduría Militar ni el gobierno del estado trataron de ocultar o disfrazar la participación de elementos del Ejército en la escena del crimen, como sí ocurrió en el estado de México y con su gobernador, Eruviel Ávila.

Ahora, además de Zacatecas, la justicia militar deberá investigar a paso veloz los hechos ocurridos en Aquila, Michoacán, en donde murió un niño de 12 años presuntamente luego de un intento de desalojo a manos de elementos del Ejército.

Tras casos que colocan a las fuerzas armadas en los titulares de los medios de comunicación, no precisamente como el presidente Peña hubiera querido.

Peña denunció ayer desde Guerrero “una campaña sucia” para desprestigiar a las fuerzas armadas.

¿Será?

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Esta semana la fuga del dólar respecto al valor del peso sustituirá a las notas sobre la evasión mágico-cómica-musical del “Chapo” Guzmán.

Y es que como se ven las cosas, no habrá buenas noticias para el país en materia económica, comenzando con la cotización del dólar que ya está impactando a los precios de los productos básicos que importamos.

Y luego vendrá, el jueves si no ocurre un imprevisto, el estudio sobre pobreza y marginación en el país que presentará el Coneval.

Y por los adelantos, estamos peor que cuando estábamos peor.