» El enojo de Calderón

>El caso de Walmart que tan indignado tiene al presidente Felipe Calderón, según su propio dicho, sería seguramente la punta de iceberg de muchos casos menos difundidos pero igual de dañinos para la industria nacional.

No hay municipio en el país en el que los empresarios tengan que ofrecer el diezmo o regalos costosos para obtener licencias y permisos.

Por más que se ha tratado de simplificar los trámites para abatir la corrupción, siempre existe un resquicio legal que facilita y aún alienta este tipo de situaciones, que se supone no podrían llegar más allá de los gobiernos estatales y municipales.

Pero ya se vio con los casos de la CFE y Bizjet, que esta práctica se da a todos los niveles.

>Quizá porque extraña la dieta o simplemente porque no le ve futuro a la campaña por la Presidencia de la República, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, regresa hoy a su escaño en la Cámara de Senadores.

Madero regresa al Senado fuertemente cuestionado por sus correligionarios debido no solo al ritmo de la campaña de Josefina Vázquez Mota sino al proceso de selección de sus candidatos a diputados y senadores que dejó fracturado al partido.

Esa fractura no ha sanado y sigue reflejándose en la propia campaña panista, convertida en una cascada de desaciertos e infortunios que de tan seguidos hasta parecen a propósito.

>En Tabasco, a pesar de los esfuerzos del candidato presidencial Enrique Peña Nieto y del candidato a gobernador, Jesús Alí de la Torre, el PRI no acaba de componerse. O recomponerse.

Ayer la presencia de Peña Nieto en la entidad no fue suficiente para evitar que una treintena de priístas se sumaran a la campaña de Arturo Núñez Jiménez, candidato de las izquierdas.

El grupo de tránsfugas fue encabezado por el ex secretario de Salud y ex precandidato a la gubernatura, Jaime Mier y Terán Suárez.

Y si bien, como dicen los priístas, “se trata de 30 votos”, también es cierto que la fuga “por goteo” de militantes del tricolor al PRD, puede marcar diferencia.

>Hasta el cierre de esta edición, la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados debatía a puerta cerrada el dictamen de la Ley de Protección a Testigos, cuyo contenido ha sido guardado con tal sigilo que ya puede usted comenzar a sospechar.

Se supone que hoy podría ser debatido y aprobado en fast track, es decir, con la dispensa de  la lectura.

Ojalá los diputados lean bien lo que aprueban porque luego ni se enteran de qué fue lo que votaron.