El PRI va por César Nava

Mañana martes será instalada Comisión Especial Pluripartidista de la Cámara de Diputados creada para investigar los presuntos actos de corrupción en los que habría intervenido el ahora diputado federal y ex presidente del PAN, César Nava.

La Comisión será encabezada por el diputado priísta David Penchyna Grub, quien ha manifestado un especial interés en las denuncias en contra de Nava.

Lo interesante del caso es que tales denuncias no fueron hechas ante un órgano de fiscalización o ante alguna autoridad judicial, sino que forman parte del libro “Camisas Azules, Manos Negras’’, en el que se afirma que Nava incurrió en irregularidades cuando fungió como Director Jurídico de PEMEX.

De acuerdo con dicho libro, Nava habría incurrido en varios delitos considerados prevaricato, al otorgar contratos a despachos particulares para litigios de la paraestatal que fueron perdidos.

En los hechos, en los que se involucra al suegro de Nava, el hoy legislador habría contratado “ilegalmente’ despachos y firmado convenios con empresas que enfrentaban controversias judiciales y extrajudiciales con Pemex, así como aplazamientos injustificados en la entrega de obras pactadas con la empresa sin penalización alguna, actividades que implicarían daños contra la paraestatal superiores a los 32 millones de pesos.

En la Comisión no figura ningún diputado del PAN, quizá porque el partido considera que tal instancia es en realidad una moneda de cambio.

Si fuera así, tendría su razón de ser; no debe olvidarse que el PAN pidió investigar los dichos del exgobernador de Nuevo León, Sócrates Rizzo, quien aseguró que los presidentes priístas tenían pactos con el narco.

Como quiera, está por verse si la bancada azul respalda a César Nava o lo deja a la  suerte, lo que implicaría necesariamente que cayó definitivamente de la gracia presidencial.

El que no descansó el fin de semana fue el jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubón, quien dedicó sus horas de descanso a negociar con las diferentes tribus del PRD para tratar de sacar un acuerdo de cara a la sucesión en la dirigencia nacional del partido.

Ebrard no quiere dejar en manos de un “chuchista” y mucho menos de un “bejaranista” la dirección nacional del PRD, que es el único partido que le puede cobijar sus aspiraciones presidenciales.

Pero tampoco quiere una división que haga ingobernable el partido por lo que el fin de semana se dedicó a cabildear dos nombres que podrían ser una solución intermedia.

El primero es desde luego Javier González Garza, que es bien visto por la mayoría de la tribus y el segundo es del diputado federal Armando Ríos Piter, identificado como un “marcelista’’ puro.

Ríos Piter se disciplinó en la selección del candidato del PRD a la gubernatura de Guerrero; primero a favor de Luis Walton, presidente de Convergencia y luego a favor de Ángel Heladio Aguirre Rivero, que ganó la gubernatura.

El próximo viernes el PRD deberá cambiar de dirigente…si no se despedazan antes.