Al final de cuentas, los partidos en la Cámara de Diputados resolverán la terna de los tres consejeros del IFE como siempre han acostumbrado: con un reparto de cuotas.
Ayer, los diputados aprobaron en el pleno la cancelación del fracasado proceso anterior para anunciar otro, fast track, que permita cumplir los plazos marcados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En el proceso anterior hubo una dizque consulta ciudadana, se inscribieron más de 100 aspirantes y se seleccionó a 17 finalistas; ninguno satisfizo a los exigentes diputados.
La nueva propuesta es que los tres partidos grandes –PAN-PRI y PRD-, propongan cada uno a su respectivo candidato con la garantía de que ningún partido lo impugnará.
Y aunque el proceso no será lo más limpio, es el que se les ocurrió en San Lázaro para reemplazar un proceso fallido que tardó un año sin que hubiera acuerdo.
Lo interesante será conocer a quienes propondrán los partidos pues en la lista de más de 100 y luego en la de 17 notables aparecían los nombres de académicos y funcionarios electorales con los suficientes blasones para integrarse al Consejo General del IFE.
O qué, ¿será el IFE otra agencia de colocación de cuates y cuotas?
Por primera vez, las escuelas de educación básica en el país contarán con Marco para la Convivencia Escolar, mediante el cual se propone fijar con puntos y comas cuáles son los derechos y obligaciones de los estudiantes.
Se trata, según el secretario de Educación Alonso Lujambio, de medidas “formativas’’ con las que se busca establecer un marco de disciplina y respeto pero también de sanciones para conductas inapropiadas dentro de la escuela como es el caso del bullying.
La iniciativa es verdaderamente interesante debido a que cada día son más –y más graves- los casos de indisciplina escolar.
Claro, no faltará quienes desde ya comiencen a cuestionar que se “coarten’’ los derechos de los estudiantes o que se trate de una medida represiva.
Serán los mismos que luego se quejarán de vandalismo, seguramente. El documento se presenta hoy a los secretarios de Educación de todo el país para que lo hagan propio.
En el pleito verbal entre Alejandro Gertz Manero con Genaro García Luna por los resultados del combate a la inseguridad, poco tendría que decir el primero.
Las estadísticas favorecen a García Luna: mayor número de armas decomisadas, más bandas desarticuladas, mayor número de droga decomisada.
No se entiende por ello el por qué de confrontarse públicamente con García Luna que no será santo de la devoción de algunos, pero que tiene estadísticas muy superiores a su antecesor.
Habrá que reconocerle al gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero que no se tentó el corazón para correr a sus cuates, perdón, a sus funcionarios de la Procuraduría de Justicia y de la Secretaría de Seguridad Pública por el asesinato de dos normalistas. Era lo menos que podía hacer. ¿Y luego?