La Suprema Corte de Justicia de Nación (SCJN) retomó un tema aparentemente olvidado y que tiene que ver con el derecho ciudadano a la libre expresión.
La Corte enlistó para su discusión en el pleno, la solicitud de amparo promovida por 15 intelectuales en contra de la disposición legal aprobada en la reforma política del 2007, que impide a ciudadanos y organizaciones civiles expresar opiniones políticas en los medios electrónicos.
Es decir, contratar espacios para opinar respecto a algún candidato o parido político.
En los años que han transcurrido desde la reforma política que modificó el artículo 41 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), que veta los medios electrónicos a ciudadanos y organizaciones civiles y concede al IFE la facultad exclusiva de asignar la publicidad de los partidos políticos, el grupo de intelectuales luchó para conseguir que el máximo tribunal del país atrajera el caso.
Al fin ocurrió y sólo habrá que esperar que, dados los malos resultados del experimento, incluso así reconocidos por los promotores de la reforma en cuestión, la SCJN restituya un derecho que es de todos los ciudadanos y que fue coptado por lo partidos políticos en aras de una equidad que no ha ocurrido.
Ni ocurrirá.
El Centro Nacional de Certificación y Acreditación, dependiente del gobierno federal, certificó los procesos, técnicas y procedimientos de evaluación del Centro Estatal de Control de Confianza del estado de México.
Luis Miranda Nava, secretario General de Gobierno recibió la certificación a nombre del gobierno del estado de México; el Centro de Control de Confianza del Estado de México es un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propios, el cual tiene por objeto realizar las evaluaciones de control de confianza, para el ingreso y permanencia de los elementos adscritos a las instituciones de seguridad pública.
Las evaluaciones se componen por exámenes médicos, toxicológicos y psicológicos, así como evaluaciones poligráficas y del entorno social.
Ojalá que el reconocimiento sirva para mejorar el desempeño de los servidores públicos de todos los sectores y todos los niveles en la entidad, que no se salva de tener a sus tranzas.
El que quiso subirse a la campaña en contra de la obesidad, pero con muy mal tino, es el secretario de Educación Pública del DF, Mario Delgado, que trató de jugar con la campaña en contra de la gordura aplicada desde el gobierno federal.
En varios puntos de la ciudad se pueden ver espectaculares con la leyenda “Vive ser Delgado’’, en un fondo de color amarillo en el que destacan algunas frutas y la palabra “Delgado’’ con una cinta métrica en forma de cinturón.
Si esa es la idea de los publicistas del funcionario del DF para promoverlo, parece que le robaron.
Por lo pronto el funcionario sigue haciendo su lucha para subir sus bonos pues en todas las encuestas que ha aplicado el gobierno del DF, sigue muy abajo en las preferencias electorales.