>Aunque Andrés Manuel López Obrador asegura que impugnará por la vía legal el 79% de las más de 143,000 casillas instaladas en todo el país, que además es su derecho, la posición de reto que imprime a sus palabras ha sido tomado por algunos radicales como una convocatoria a la protesta violenta.
López Obrador sabe el efecto que causan sus palabras entre sus seguidores; un gesto, una entonación de enojo, enciende los ánimos de quienes se dicen víctimas solidarias de un fraude que tiene que demostrar.
Lo malo del caso, es que en ningún momento, hasta ayer, el tabasqueño ha hecho un llamado a la mesura, a la cordura, a llevar la protesta por la vía institucional como se comprometió.
No se trata, como dijo, de que esté obligado a reconocer el triunfo de Enrique Peña Nieto; no tiene que hacerlo si no quiere o si prefiere agotar todas las instancias legales antes de reconocer que perdió por tres millones de votos.
Pero de eso ha dejar que los grupos radicales que lo apoyan amenacen, acosen a medios y funcionarios electorales simplemente porque los números no coinciden con su realidad, eso si es un peligro para México.
El tabasqueño tiene la enorme responsabilidad de que la protesta, que es su derecho, no se convierta en un linchamiento de medios, funcionarios y políticos porque sus encuestas también fallaron.
Esa sí es su responsabilidad.
>¿Qué hacer con los despojos de un partido que llegó al poder y en tan solo 12 años dejó de ser una alternativa de gobierno para la mayoría de los ciudadanos?
Esa es la pregunta que se hicieron ayer en Los Pinos los panistas a quienes se concede un capital político importante hacia el interior –por eso extraño que entre los invitados estuviera Marco Antonio Adame, uno de los peores gobernadores que ha tenido Morelos y mire que ha tenido varios-.
La reunión a la que convocó el presidente Felipe Calderón acudieron las cabezas de los grupos que se supone pueden sacar del atolladero al partido.
Y para eso tendrán que comenzar desde abajo; tienen seis años para reconstruirse y para construir un candidato fuerte a la Presidencia para el 2018 porque hasta donde se ve hoy, no hay figuras que tengan ese tamaño.
>Arturo Núñez Jiménez será el próximo gobernador de Tabasco gracias al “efecto AMLO” y al defecto Andrés Granier, quien seguramente será llamado a cuentas en cuanto termine su administración…La Juez Sexto de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal concedió un amparo a Grupo Elektra, de Ricardo Salinas Pliego, en contra de la nueva metodología para el cálculo del Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores. Con esa nueva metodología, que no se podrá aplicar, las acciones de Elektra cayeron 34.10 en tres días. Ahora van por fincarle responsabilidad penal a Luis Téllez, presidente de la Bolsa. A ver.