>Los huecos que evidenciado la legislación electoral en las semanas recientes, ha puesto a las dirigencias partidistas a considerar la urgencia de una modificación que de certeza jurídica no solo a partidos y candidatos, sino también a medios de comunicación y otros actores.
La actual legislación electoral, aprobada en diciembre de 2007, luego del berrinche de Andrés Manuel López Obrador por haber perdido la elección del 2006, evidenció sus deficiencias en las elecciones federales del 2009.
Tras esas elecciones se habló de la necesidad de reformarla, pero los intereses de los partidos y las divisiones intestinas en el PRI –entre diputados y senadores-, frenaron no solo la reforma política sino cualquier posibilidad de meterle mano a la legislación electoral.
El costo de esta indefinición lo pagamos todos; los partidos, que no saben bien a bien si pueden organizar debates y cómo hacerlo; los medios de comunicación que están en la misma situación, presos entre las interpretaciones que hacen de una misma ley el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Los ciudadanos también perdemos porque nos tenemos que conformar con lo que las autoridades electorales permiten hacer –y decir-, a medios, partidos y candidatos.
Todos los partidos reconocen que se excedieron en la reforma electoral, que pasó de un extremo a otro sin escalas; ello convirtió al IFE, por ejemplo, en una especie de ministerio público que se dedica la mayor parte del tiempo a vigilar si la radio y la televisión programan los anuncios de los partidos que por ley tienen que transmitir.
El IFE fue, de alguna manera, también víctima de esta legislación de la que ahora reniegan sus padres, que la presumieron como un “logro de la democracia’’ y ahora se dan cuenta de sus enormes defectos.
Lo malo del asunto es que su modificación estará sujeta, otra vez, a los resultados de la elección presidencial, es decir, podría ser otra concesión para los perdedores.
>Criticado y todo, como se quiera ver, pero nadie le quita al precandidato del PRI Enrique Peña Nieto el privilegio –por al fin y al cabo relacionarse con lo más granado de la política y los negocios en el mundo es eso-, de ser el único aspirante presidencial de estar en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza.
El priísta ya tuvo oportunidad de entrevistarse con algunos de los líderes políticos y empresariales del mundo y hoy impartirá la conferencia magistral Modelo Económico Efectivo para el Crecimiento y el Desarrollo, en la que delineará su visión para lograr que la economía mexicana vuelva a crecer y aproveche su verdadero potencial. A ver cómo le va.
>La presidenta de la Junta de Gobierno de la ALDF, Alejandra Barrales, anunció que respetará los resolutivos del Consejo del PRD de la capital, en el que se espera se ratifique a Miguel Mancera como candidato del sol azteca al gobierno citadino. Es decir, Barrales se disciplinó.