» Los demonios del primer compadre del país

Esta nota fue creada el miércoles, 5 enero, 2011 a las 11:22 hrs

El senador Guillermo Anaya Llamas solicitó ayer licencia para separarse del cargo porque buscará la candidatura del PAN a la gubernatura de Coahuila.

No se ve en el horizonte a quién pudiera hacerle sombra en la carrera interna del PAN por la candidatura a quien fue llamado desde inicio del sexenio el “primer compadre de México’’.

Si, efectivamente, es compadre del presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Anaya se ha visto envuelto desde hace unos meses en un escándalo mediático debido que en la fiesta de bautizo de su hija Elsa, en septiembre del 2006, el senador presentó al entonces presidente electo Calderón a Sergio Villarreal, mejor conocido como “El Grande’’, sicario al servicio de los Beltrán Leyva.

De acuerdo con las declaraciones de Villarreal, hoy testigo protegido de la PGR, consignadas en la averiguación previa PGR/SIEDO/UETIMIO/0992010/2010, la relación entre él y la familia del senador con licencia se debe a que su hermano, Adolfo Villarreal estuvo casado con Elsa María Anaya Llamas, hermana del panista, de la que se separó hace años.

Sin embargo, refiere la misma declaración, “siempre han mantenido una relación de amistad y negocios’’.

El político panista ha pretendido desligarse de esa relación y acusa una campaña sucia en su contra con la que pretenden involucrarlo con la delincuencia organizada.

Ese es un fantasma con el que tendrá que lidiar en los próximos meses.

Interesante por la rudeza del lenguaje y por su aparente espontaneidad, la twitiza de Manuel Espino a propósito de alcohol y gobierno.

La twitiza comenzó así: “Comparto la idea de que quienes no controlan sus impulsos hacia el alcohol no deben gobernar, sea quien sea y del partido que sea saludos’’.

Quien esto escribe le preguntó por la misma red si había una dedicatoria con nombres y apellidos a lo que Espino respondió: “No es necesario sugerir nombres. Un alcohólico incontinente, el que sea, no debe ejercer cargos de gobiernos. Así en general’’.

Y cuando se pensaba que todo quedaría ahí, Espino escribió horas después: “Veo que algunos se pusieron el saco muy pronto. O son alcohólicos con ínfulas de poder o solapan a algún borrachín en el gobierno. Saludos’’.

Para terminar, Espino envió otro mensaje minutos después: “No confundir. Se vale tomar para la fiesta, pero no hacer del gobierno una fiesta permanente con bebida sin control. Es distinto’’.

¿Le parece que los mensajes llevaban un destinatario específico? Se valen nombres.

La diputada María Cristina Díaz Salazar será la compañera de fórmula de Humberto Moreira en busca de la presidencia nacional del PRI. La legisladora solicitó licencia ayer para separarse de su cargo.

Y aunque todo parecía dentro del guión, la diputada regia Marcela Guerra Castillo hizo un berrinche porque creía que ella sería la ungida, pero no.

Por cierto, por ahí andan diciendo que la idea de llevar a una diputada como compañera fue un logro de Francisco Rojas lo cual es absolutamente falso; desde octubre pasado, Moreira se había decantado por Díaz Salazar.





           



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