>Por mayoría, todos los partidos representados en la Cámara de Diputados, aprobaron la noche del martes, un punto de acuerdo propuesto por Ricardo Monreal para crear un grupo plural que investigue el sospechoso acuerdo entre PEMEX-Refinación y Mexicana de Lubricantes (Mexlub), firmado apenas el 21 de agosto pasado.
La exposición de motivos de presentada por Monreal, avalada por todas las fracciones, establece que, sin prejuzgar el acuerdo, debe investigarse cómo es que el director de PEMEX, Juan José Suárez Coppel, aprobó un convenio mediante el cual se dejan sin efecto 60 denuncias penales en contra de Salvador Martínez, director de Impulsora Jalisciense SA de CV, propietaria de Mexlub.
Monreal establece que la sociedad entre PEMEX y Mexlub dejó millonarias utilidades el primer año de su constitución, en 1994, pero que a partir esa fecha la empresa solo reporto pérdidas, además de que Martínez ocultó los libros y estados financieros de la misma.
“Ante estas anomalías, se entablaron 60 juicios en contra de Mexlub, en los que se exigía la entrega de los estados financieros de los años 2001 a 2005, obteniendo como respuesta la entrega de éstos tan sólo hasta el 2003, y se aconsejó llevar a cabo una asamblea ordinaria de accionistas con auditorias financiera, fiscal, legal, forense así como una valuación de la empresa. No menos importante es la denuncia penal que se interpuso por administración fraudulenta en contra de Salvador Martínez Garza, director de Mexlub’’, precisa el documento.
No obstante la interposición de estas demandas y denuncias, el 21 de agosto del presente año se ha decidido reanudar las relaciones con esta empresa. Pemex Refinación recibirá 399 millones de pesos obtenidos de la reducción de capital social de Mexlub, además de un monto mínimo de 100 millones de pesos en un plazo no mayor a 3 meses.
Todos los partidos estuvieron de acuerdo en que se deben revisar con lupa los términos del pacto entre PEMEX y Martínez Garza.
El asunto no está concluido, por más que se empeñe Suárez Coppel en enterrarlo.
>La Razón publicó ayer el caso del diputado “mojado’’ Jaime Bonilla, concesionario de estaciones de radio y televisión, que renunció a su ciudadanía estadounidense para ser postulado candidato plurinominal por el PT a una diputación federal.
El caso es que Bonilla se negoció “en paquete’’. Junto con la candidatura a la diputación, logró que su conductor estrella, su brazo rudo, como le dicen en Baja California, Marco Antonio Blásquez Salinas, obtuviera la candidatura de la coalición de izquierdas para el Senado de la República.
Blásquez compitió y el ganó la elección al priísta Eligio Valencia, líder de la CTM en el estado y propietario del diario “El Mexicano’’.
Todo bien hasta ahí, pero que se sepa, al igual que Bonilla, el actual senador por Baja California tenía su residencia fija en Chulavista, California. ¿Entonces?