Como ha sido costumbre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presentó un proyecto de Ley de Ingresos y Proyecto de Presupuesto, para 2012, conservadores.
Lo que llamó la atención fue la consideración, a la baja, del crecimiento económico estimado para el próximo año, 3.5%, contra el 4% programado para el 2011.
Evidentemente, ante la incertidumbre económica mundial generada por los problemas que tiene Estados Unidos para manejar su deuda, el gobierno mexicano decidió jugar a la segura y no apostar por un presupuesto netamente electorero.
Y es que muchos esperaban que, como el siguiente año se disputa la Presidencia de la República, el gobierno federal abriera la cartera para hacerse de voluntades y votos.
Al menos, en una primera lectura del paquete económico, no fue así.
El riesgo que existe es que los diputados de los partidos políticos quieran convertir ese presupuesto austero en uno “con vocación social” que bien se puede traducir “con vocación electoral”.
Durante el proceso legislativo todos los partidos tienen posibilidad de modificar lo que no les guste o lo que les sea menos rentable electoralmente.
Y como está la situación, ¿quién garantiza que los diputados no caerán en la tentación de favorecer a sus cuates, seguidores o como quiera llamarlos?
Por ello se antoja que la negociación de este paquete económico formará parte de la guerra electoral que ya tuvo sus prolegómenos.
Por cierto, dentro del paquete económico la Secretaría de Hacienda incluyó un apartado en el que se otorgan a los gobiernos estatales facultades para poder aplicar un impuesto del 5% a las ventas y servicios.
Es decir, un impuesto del 5% adicional al IVA que ya se cobra a nivel federal pero que los estados que quieran pueden aplicar para fortalecer sus finanzas.
Evidentemente ningún gobernador, por ahorcado que se encuentre, decidirá aplicar un impuesto nuevo, ¡Dios los libre! ¡Y menos en un año electoral! Mejor seguir viviendo de prestado.
El gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, rindió su primer informe de actividades el cual se centró, principalmente, en las acciones que su gobierno ha debido aplicar para rescatar al estado de la quiebra financiera en la que los recibió.
Alonso Reyes aseguró que la reingeniería financiera aplicada este año para solventar todas las obligaciones de la entidad permitirán a Zacatecas salir del bache y fijar las bases de bienestar para los próximos 30 años.
Por cierto, lo destacado del informe fue la austeridad con la se manejó, contrario a lo que ocurría con su antecesora, la perredista Amalia García.
Todavía hay grupos en Quintana Roo que no perdonan que Roberto Borge les haya ganado la gubernatura.
Y precisamente del seno de estos grupos han salido la mayoría de los ataques al gobernador que les ganó en las urnas y que les significó la pérdida de canonjías que tuvieron por año para hacer negocios.
Y si, andan lastimadones, sobre todo los del llamado “Grupo Tepito”.