» PRD vs Morena en el DF, peor que pelea de barrio

Agustín Guerrero presidente del PRD en el DF, diputado federal y ahora, convertido en el vocero de Ricardo Monreal Ávila, es el factor con el que se puede medir el encono que existe entre el perredismo y el morenismo.

Es decir, entre el PRD y Andrés Manuel López Obrador.

Guerrero fue detenido ayer luego de que, según el PRD, irrumpió en forma violenta en un domicilio que es sede de un comité del partido del sol azteca, en donde además “toqueteó”, lo que ello signifique, a una mujer trabajadora del lugar.

La versión de Guerrero es que sólo tomaba fotos “desde afuera” a la casa en cuestión para denunciarla a la autoridad electoral pues se trataba, según él, de la casa de campaña del candidato del PRD a la delegación Cuauhtémoc, José Luis Muñoz Soria que no había sido reportada como tal.

Citando al clásico, “haiga sido como haiga sido”, Guerrero estaba detenido hasta el cierre de este espacio y en el PRD capitalino, de luto por el sospechoso suicidio de su secretario de Finanzas, aseguraban que no iban a permitir que lo soltaran.

¿Qué hay detrás del pleito?

La disputa por una de las delegaciones que más recursos generan, Cuauhtémoc y de paso, ya encarrilados, por el futuro del DF para el 2018.

Si Monreal gana la delegación, Morena tendrá en automático a su candidato a la jefatura de gobierno del DF para el 2018, sin duda alguna.

Y las encuestas lo colocan arriba de Muñoz Soria, aunque los sondeos deben tomarse con sus reservas.

Arrebatarle Cuauhtémoc al PRD requiere de mucho trabajo y recursos económicos; no cualquiera podría ponerse de tú a tú con los grupos perredistas que se han escriturado la delegación, otrora territorio de la familia Bejarano-Padierna.

Y si Monreal es capaz de arrebatarle la delegación al PRD, estaría sin duda en posibilidad y con recursos al alcance de la mano, para construir su candidatura a la jefatura de gobierno.

Y créalo, Monreal es más vivo que un dolor de muela.

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Hace ya algunos años, ocurrió un suceso en la capital del país que fue cabeceado de la siguiente manera por un diario local: “Se quería suicidar y murió en el intento”.

El caso se trató de un hombre que decidió quitarse la vida y mientras preparaba la cuerda con la que se pretendía ahorcar, los botes sobre los cuales estaba parado a manera de escalera se derrumbaron y en la caída el pobre sujeto se desnucó.

La historia viene a cuento porque sorprende la manera en la que presuntamente se suicidó quien fuera el secretario de finanzas del PRD en la capital, Juan Manuel del Caso González: ahorcado y con un tiro de una .9 milímetros en la cabeza.

¿Qué lo mató? ¿La cuerda con que se ahorcó o el balazo? Eso no se ha dicho hasta el momento.

Lo que no deja de llamar la atención es la prontitud con la que el líder del PRD en la capital y próximo diputado local Raúl Flores, salió a deslindar al partido y a sus finanzas de la muerte de Del Caso González.

Según Flores, su amigo habría tomado la decisión de acabar con su vida por un problema de salud personal –que no se conoce- y también por algunos conflictos familiares.

Digamos que es cierto. ¿Cuál era la prisa por ganarle el dictamen pericial a la Procuraduría de Justicia local?

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No se usted, pero yo si voy a salir a votar el domingo. Es la contribución mínima que puedo hacer para que este país, mi país, se transforme. Para los anulistas, pues que les vaya bien. Luego no se quejen.