» Acuerdo nuclear entre potencias e Irán aún enfrenta controversias

Lausana.- A poco más de 24 horas de que venza el plazo para sellar un acuerdo sobre el futuro del programa iraní entre las potencias y Teherán, cierto pesimismo ronda en torno a las negociaciones.

Irán y las grandes potencias lucharon este día, sin conseguirlo, por llegar a un acuerdo nuclear preliminar, pero la partida del ministro de exteriores de Rusia, Sergei Lavrov y el hecho de que las partes mantienen sus posturas en puntos controversiales, lo ha hecho difícil.

Por más de 18 meses Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y China han intentado lograr avances concretos encaminados a detener la posibilidad de que Teherán tenga la capacidad de desarrollar una bomba nuclear, a cambio de un alivio de las sanciones que asfixian la economía del país árabe.

Este martes vence el plazo autoimpuesto por las partes para llegar a un acuerdo marco provisional político que después será afinado para obtener un acuerdo definitivo antes del 30 de junio.

Entre los puntos que han complicado las negociaciones destaca principalmente el hecho que Teherán quiere que las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea sean levantadas de manera inmediata.

En tanto que las potencias del P5+1 insisten en que el levantamiento de dichas sanciones será gradual y sólo se producirá conforme Irán demuestre que está cumpliendo el acuerdo.

Además, el gobierno del presidente Hazzan Rouhani quiere garantías de que no se impondrán nuevas sanciones después de la firma del tratado, pero las potencias quieren crear un sistema que restaure automáticamente las sanciones si se viola el acuerdo.

Por otra parte, se ha especulado que la duración del tratado será de 10 años, y en este respecto el país islámico quiere que una vez pasado ese tiempo pueda recuperar sus derechos para desarrollar su programa nuclear como cualquier país.

Sin embargo, sus contrapartes insisten en que el retorno a la normalidad debe ser “gradual” y que las centrifugadoras ultra-modernas no podrán ser utilizadas por otros cinco años.

Finalmente, el gobierno de Teherán quiere mantener las reservas de uranio enriquecido dentro del país árabe, a lo que se niega el P5+1 que exige que las reservas de uranio sean trasladadas a otro país como Rusia, en donde pueden ser vigilados por organismos internacionales.

De esa manera las potencias se aseguran de que Irán solamente pueda utilizar el uranio enriquecido con fines médicos y científicos.

Para especialistas en la materia es difícil y “poco probable” que estos puntos puedan ser reconciliados en un poco más de 24 horas; pero a pesar de ello, el optimismo de que Irán sea capaz de tomar “decisiones fundamentales” aún prevalece.

En medio de tantos conflictos internacionales la firma de este acuerdo catalogado como histórico será una prueba irrefutable de que la diplomacia todavía puede resolver conflictos sin el uso de una sola bala.