Naciones Unidas.- Los sistemas de justicia de América Latina carecen de la preparación para recibir denuncias de mujeres indígenas, lo que viola uno de sus derechos fundamentales y lo que las coloca en una situación de extrema vulnerabilidad, denunció hoy Tarcila Rivera Zea.
En una conferencia de prensa sobre derechos de mujeres indígenas en el mundo, Rivera Zea, quien forma parte del Foro Permanente de la ONU sobre Cuestiones Indígenas, señaló que las barreras de las mujeres para acceder a la justicia comienzan por el idioma e incluyen también su situación económica.
“El contexto en que viven por su condición pone a las indígenas en situación de vulnerabilidad, porque generalmente los sistemas de justicia de nuestros países no son aún apropiados para que una mujer indígena que ha sido violentada en sus derechos fundamentales levante una denuncia”, dijo Rivera.
Rivera, fundadora del Centro para las Culturas de los Pueblos Indígenas de Perú, explicó que a menudo las cortes carecen de interpretación a las lenguas indígenas, y que muchas mujeres de las comunidades originarias carecen de recursos para pagar una defensa legal adecuada.
“A eso se suma que no conocemos la estructura del Estado en muchos países, que no han adecuado sus sistemas de justicia en relación a las mujeres indígenas, que provienen de una cultura específica, con una lengua diferente y con una situación también particular”, afirmó Rivera.
Comentó además que las bajas tasas de escolaridad de las mujeres indígenas comparadas con el resto de la población femenina de América Latina limitan aún más su posibilidad de acceder a los sistemas de justicia de estos países.
Rivera llamó en ese sentido a ofrecer educación de calidad a las comunidades indígenas de América Latina, y no sólo educación básica de bajo nivel, que al final no cambia su situación y no las beneficia.
“Los sistemas de justicia deben tener en cuenta la cultura, las lenguas y las características de una cultura para que las mujeres indígenas podamos acceder a ellos”, precisó.
La activista también subrayó la importancia para medir avances y retrocesos de crear datos estadísticos con información desagregada sobre indígenas, por género y etnia.