» Ausentismo laboral en Venezuela aumentó un 25 por ciento

Caracas.- El ausentismo laboral se ha disparado en un 25 por ciento, lo que atenta contra la necesidad de las empresas de producir más, consideró el empresario Pablo Villamizar.

“Muchos trabajadores se dan a la tarea de sabotear la actividad de las empresas, a los fines de que no puedan cumplir con sus expectativas de producción”, preciso el ex presidente de la Cámara de Comercio del Estado Aragua.

Villamizar explicó que esta nefasta conducta de los trabajadores es avalada por el Ministerio del Trabajo y una nueva ley que garantiza la inamovilidad laboral.

Agregó que la constante paralización de plantas y el ausentismo laboral, atentan contra cualquier intento de aumentar la producción en momentos en que el país lo requiere.

“Aunque existen sobradas razones para calificar el despido, las causas no proceden porque las inspectorías del trabajo no hacen nada al respecto”, dijo.

Asimismo aclaro que aunque es en las grandes empresas donde se aprecian con más fuerza los estragos que causa la conflictividad laboral, los pequeños y medianos centros de trabajo también sufren los embates de este flagelo.

“Esta conflictividad laboral ha aumentado por las distintas interpretaciones que se le ha dado a la nueva Ley del Trabajo, la cual parece haber sido hecha para castigar al patrón”, observo.

Por su parte, Froilán Barrios, presidente del Frente Autónomo para la Defensa del Salario y el Sindicato (Fadess), dijo que la conflictividad ha venido aumentando, porque los canales regulares no funcionan, lo que obliga a los trabajadores a utilizar mecanismos alternos.

Destaco que la nueva Ley ha reforzado la impunidad como amparo para que los trabajadores radicales atenten contra la estabilidad de las empresas privadas.

“Hay trabajadores que no se presentan en sus sitios de trabajo sin ningún justificación y aun así las empresa no puede despedirlos. Estos casos se repiten cientos de veces”, añadió.

Dijo que si un trabajador no cumple hay que sancionarlo, pero que el ministerio del Trabajo “se ha convertido en un despacho que ampara y avala este tipo de corrupción”.