» Barbosa, Janot y Moro, cirujanos de la justicia brasileña

Esta nota fue creada el domingo, 1 febrero, 2015 a las 12:20 hrs
Sección: El mundo

Brasilia.- Ante las repercusiones nacionales e internacionales desatadas por el escándalo de corrupción en la empresa estatal Petrobras, conocido como el “petrolao”, el titular de la Procuraduría General de Justicia de Brasil, Rodrigo Janot, ordenó el pasado 20 de enero la creación de un equipo especial de ocho fiscales para revisar la participación de funcionarios y políticos en ese caso.

“Es evidente que el procurador Janot desea ir al fondo de esta cuestión, recogiendo así la línea dura impuesta en 2005 por el magistrado Joaquim Barbosa desde la presidencia del Supremo Tribunal Federal (STF) en la persecución a los corruptos”, asegura Mercedes Alburquerque, consejera de la Orden de Abogados de Brasil (OAB).

En noviembre de 2013, Barbosa ordenó y logró encarcelar a los dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) involucrados en el esquema conocido como “mensalao” creado en 2005, consistente en entregar a los legisladores de oposición una fuerte cantidad mensual de dinero para la aprobación de iniciativas enviadas al Congreso por el entonces presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.

Primer juez afrobrasileño al frente del STF, Barbosa propuso limitar la reelección de parlamentarios –políticos profesionales que llevan más de 30 años en los cargos- e ir en contra de la atención preferencial de los abogados en audiencias con magistrados.

Sin embargo, ambos asuntos fueron considerados contrarios a los intereses de los políticos del partido que los puso en ese puesto, quienes lo atacaron por considerarlo una afrenta, considerándose que fue una maniobra para impulsar su candidatura a la presidencia de Brasil para los comicios de octubre de 2014, en los cuales fue reelecta Dilma Rousseff.

Sobre eso, Barbosa afirmó que Brasil no estaba preparado para tener un mandatario de su raza y, a pesar de su desinterés, Datafolha –empresa encuestadora del periódico Folha de Sao Paulo-, el jurista fue incluido como posible candidato, con una intención de voto del 1 por ciento.

Como Joaquim Barbosa, Rodrigo Janot es considerado un crítico del actual sistema penal brasileño, al que ha acusado de estar a favor de la impunidad y, en 2014, pese a las redes sociales creadas en favor de su candidatura y a las especulaciones para que fuera vicepresidente con el social demócrata Aécio Neves, la titularidad del STJ continuó siendo del afrobrasileño originario del estado de Minas Gerais.

Janot, en tanto, duerme tranquilo pese a las revelaciones del sistema endémico de corrupción destapado en la principal empresa petrolera de Brasil y quien, como fiscal general de la nación, es responsable de organizar la estrategia para castigar a los responsables de esa trama, cuya investigación ha sido encargada al juez Sergio Moro.

“La caja de Pandora de Petrobras –dice Mercedes Alburquerque- fue abierta por el procurador Janot hace unos meses, cuando señaló que la justicia brasileña había dado un paso adelante con el encarcelamiento de más de 30 empresarios que, como a otros, corrompieron a Paulo Roberto Costa, Ricardo Duque y Nestor Cerveró, exdirectivos de Petrobras, también detenidos”.

En febrero llegarán al STF las acusaciones contra políticos beneficiados por el “petrolao”, en su mayoría del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y de su coalición de organizaciones políticas, señaladamente el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el Partido de la República (PR), el Partido Democrático Trabalhista (PDT), el Partido Social Cristiano (PSC), el Partido Comunista de Brasil (PCB) y el Partido Republicano Brasileño (PRB).

Enlace entre los ejecutivos de Petrobras y uno de esos partidos políticos, Nestor Cerveró daría información a cambio de una reducción de su sentencia, como ya lo hizo Paulo Roberto Costa, en una modalidad del sistema judicial brasileño llamada “delación premiada”, que Janot rechaza “por haberse banalizado”, consistente en que, quien confiese, vea reducida su condena.

Cuando Janot fue cuestionado sobre la tardanza en los resultados del escándalo del “mensalao” que implicó al PT en 2005, respondió que éste estaba “sujeto a una legislación peor”, y hubo que hacer una búsqueda intensa de pruebas; pero como ahora se cuenta con instrumentos más modernos, es posible que las encuentren a la brevedad posible.

La abogada Alburquerque comparte esa idea: “Como Barbosa en el pasado, cual cirujanos de la justicia brasileña, Janot y Moro deben extirpar el tumor de la corrupción, apoyados por su equipo especial de fiscales, quienes sacarán adelante su encomienda, aportando al término de la distancia las pruebas suficientes para encarcelar a quienes sea necesario.





           



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