
El cardenal italiano Pietro Parolin, ex secretario de Estado del papa Francisco, se mantenía como favorito para convertirse en su sucesor, pero para conocer realmente sus posibilidades habrá que esperar las dos votaciones vespertinas de este jueves, pues en caso de que no haya “fumata’ blanca desde la chimenea de la Capilla Sixtina, la candidatura del prelado italiano nacido en 1955 y con una carrera diplomática de primer nivel, se vería comprometida.
Según declaraciones de un cardenal anónimo, citado por la vaticanista Franca Giansoldati, del diario Il Messaggero, si en las primeras cuatro votaciones del cónclave iniciado el miércoles Parolin no es elegido, sus posibilidades se eclipsarían definitivamente a favor de otra figura, que podría ser un nombre hasta ahora poco conocido.
Diplomático, Parolin vivió en México entre 1989 y 1992, donde formaba parte de la representación vaticana que negoció el reconocimiento jurídico de la Iglesia en el país y el posterior restablecimiento de relaciones diplomáticas con la Santa Sede.
Parolin es también artífice del acuerdo entre China y el Vaticano por medio del cual los obispos son nombrados por Beijing, pero el Papa tiene la última palabra. Antes en China existían dos Iglesias, la clandestina, fiel al Papa, y la oficial, reconocida por el Estado.
El acuerdo ha sido criticado por las franjas más conservadoras de la Iglesia, como el cardenal estadunidense Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y cercano al presidente Donald Trump, para quien Beijing no debería inmiscuirse en los asuntos de la Iglesia católica.
(milenio.com)