» La política argentina, envuelta en tramas de espías

Buenos Aires.- La política argentina quedó envuelta en una trama de espionaje después de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de pactar con Irán la impunidad de presuntos terroristas.

Nunca se había hablado aquí tanto de espías desde que el cuerpo de Nisman, el fiscal que investigaba el ataque ocurrido en 1994 en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), fue hallado el pasado 18 de enero tirado en el baño de su casa, con un disparo en la cabeza.

Mientras la oposición mediática y política responsabilizó al gobierno del suicidio o asesinato, la presidenta Cristina Fernández aseguró que el fiscal había sido víctima de venganzas de espías desplazados de la Secretaría de Inteligencia, mejor conocida como SIDE.

De inmediato apareció el nombre de Antonio Horacio Stiuso, un hombre que trabajó como espía desde 1972 y que fue uno de los máximos jefes de Inteligencia durante los 11 años de gobiernos kirchneristas, aunque fue obligado a jubilarse en enero pasado.

El gobierno mantiene su versión de que Stiuso, quien era el principal informante de Nisman, le proporcionó información falsa al fiscal para que acusara a la presidenta, quien ahora lo acusa pese a que lo usó y lo mantuvo como director general de Operaciones de la SIDE.

Pese a que la ley lo prohíbe, varios medios de comunicación ya dieron a conocer el rostro de Stiuso, quien deberá declarar ante la justicia por la muerte de Nisman luego de que la propia presidenta lo autorizara a revelar secretos sobre el trabajo que desempeñó como espía.

Este martes, otro espía saltó a la fama de la forma más insospechada, ya que la cadena Radio Mitre dio a conocer audios en los que el principal acusado de haber asaltado la casa de un precandidato presidencial en 2013 también trabajaba como espía para el gobierno.

Se trata del prefecto Alcides Díaz Gorgonio, quien fue detenido luego de robar en la casa de Sergio Massa, exjefe de Gabinete de Fernández de Kirchner, reconvertido en uno de los principales candidatos opositores a ganar las elecciones generales de octubre próximo.

Díaz Gorgonio se metió a la casa de Massa en septiembre de 2013, cuando se llevaban a cabo las campañas legislativas que ganó el ex funcionario, quien decidió mantener el robo en secreto, hasta que fue finalmente revelado por la prensa.

El prefecto implicado reconoce en los audios telefónicos que trabajaba como agente de inteligencia en un área que depende del secretario de Seguridad, Sergio Berni.

Luego de que se dieran a conocer las escuchas, Massa advirtió que “voy a pelear para saber quién es el responsable político” del asalto que sufrió, porque “revela un entramado mafioso que nada tiene que ver con la Argentina que la sociedad quiere”.

Los escándalos por espionaje salpican para todos lados, ya que otro de los principales precandidatos opositores a la presidencia, Mauricio Macri, fue procesado por haber organizado una red de escuchas telefónicas ilegales, aunque finalmente no será juzgado.