Roma.- Ante el cambio climático, que implicará temperaturas más elevadas y condiciones meteorológicas más severas, las plantas y los animales destinados a la alimentación deberán tener la capacidad biológica para adaptarse más rápido, advirtió hoy la FAO.
En el estudio “Enfrentarse al cambio climático: el papel de los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura”, publicado este lunes, el organismo resaltó que los recursos genéticos tienen un papel fundamental en la alimentación del planeta, en especial al avanzar el cambio climático más rápidamente de lo previsto.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dijo, sin embargo, que aún queda mucho por hacer para estudiar, conservar y utilizar la diversidad biológica que sustenta la producción alimentaria mundial.
“El tiempo no está de nuestra parte”, advirtió la publicación. “En las próximas décadas, millones de personas cuyos medios de vida y seguridad alimentaria dependen de la agricultura, la acuicultura, la pesca, la silvicultura y la ganadería pueden enfrentarse a condiciones climáticas sin precedentes”.
Según la FAO, serán necesarios cultivos, ganado, árboles forestales y organismos acuáticos capaces de sobrevivir y producir en un clima cambiante.
Resaltó que la capacidad de las plantas y los animales que usan los agricultores para soportar condiciones volátiles y adaptarse cuando el entorno cambia es el resultado directo de su diversidad genética.
Sin embargo, el estudio sostuvo que se requieren mayores esfuerzos para estudiar y utilizar la diversidad como mecanismo de supervivencia, y políticas que la apoyen.
“En un mundo con temperaturas más elevadas y condiciones meteorológicas más variables y severas, las plantas y los animales destinados a la alimentación deberán tener la capacidad biológica para adaptarse más rápidamente que hasta ahora”, aseveró la directora general adjunta de la FAO, Maria Helena Semedo.
“Prevenir nuevas pérdidas de recursos genéticos agrícolas –añadió- y prestar más atención a estudiar su potencial aumentará la capacidad de la humanidad para adaptarse al cambio climático”.
Indicó que este enfoque adaptativo requerirá actualizar los objetivos de los programas de mejoramiento agrícola, y en algunos casos la introducción de variedades, razas, especies, que no han sido utilizadas anteriormente.
Y son necesarias “con urgencia” mejoras en los programas de conservación sobre el terreno (in situ) y en otros lugares (ex-situ) de las especies domésticas, sus parientes silvestres y otros recursos genéticos silvestres importantes para la alimentación y la agricultura, junto con políticas que promuevan su uso sostenible.
También resulta de gran importancia desarrollar nuestro conocimiento sobre los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura: dónde se encuentran, cuáles son sus características (por ejemplo, resistencia a la sequía o enfermedad) y cómo pueden gestionarse mejor, según el estudio.
En particular, dijo, es clave mejorar el conocimiento, conservación y uso de los parientes silvestres de los cultivos, que es probable tengan rasgos genéticos que pueden ser utilizados para desarrollar cultivos bien adaptados para su uso en sistemas alimentarios afectados por el cambio climático.
La FAO destacó que impulsar la conservación de la diversidad genética en las granjas y los campos es tan importante como el mantenimiento de los bancos de genes.
Dijo que muchas formas de vida utilizadas en la agricultura no tienen un equivalente en semillas y sólo pueden mantenerse a través de la intervención humana.