
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado su intención de imponer un arancel del 30% a las importaciones procedentes de la Unión Europea (UE) a partir del 1 de agosto.
La amenaza llega después de semanas de negociaciones sin éxito para alcanzar un acuerdo comercial global con los principales socios de Washington.
En una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, publicada en la red social Truth Social, Trump exigió que Europa elimine sus propios aranceles como condición para cualquier acuerdo futuro.
“La Unión Europea permitirá un acceso completo y abierto al mercado de Estados Unidos, sin que se nos cobre ningún arancel, en un intento de reducir el gran déficit comercial”, escribió Trump.
La Unión Europea es de los mayores socios comerciales de Estados Unidos
La Unión Europea reaccionó con firmeza. Von der Leyen advirtió que los aranceles del 30% “interrumpirían las cadenas de suministro transatlánticas esenciales, en detrimento de las empresas, los consumidores y los pacientes a ambos lados del Atlántico”.
Añadió que, si bien la UE seguirá abierta a negociar un acuerdo comercial, “tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar los intereses de la UE, incluida la adopción de contramedidas proporcionadas si es necesario”.
El arancel del 30% propuesto sería adicional a los gravámenes ya existentes, incluyendo un 50% sobre el acero y el aluminio, y un 25% sobre automóviles.
La medida forma parte de una renovada ofensiva comercial del presidente, quien ha vuelto a adoptar una postura agresiva tras una breve pausa de 90 días anunciada en abril.
Aunque la UE había mostrado inicialmente interés en un acuerdo comercial integral con EU, recientemente ha optado por buscar un acuerdo más limitado, similar al pactado entre EU y Reino Unido.
Sin embargo, el bloque de 27 países enfrenta divisiones internas: mientras que Alemania presiona por un acuerdo rápido para proteger su industria exportadora, países como Francia rechazan aceptar condiciones impuestas unilateralmente por EU.
La amenaza arancelaria de Trump ha reavivado el debate en Europa sobre la necesidad de reducir la dependencia económica y de seguridad con Estados Unidos.
En medio de un contexto de tensiones comerciales crecientes, la UE podría verse obligada a redefinir su estrategia económica exterior para proteger sus intereses.
(milenio.com)