» Cúpula empresarial de EUA proyecta crecimiento de 2.8 por ciento

Washington.- La Mesa redonda Empresarial (BRT), que aglutina a los directivos de las mayores empresas del país, proyectó hoy un crecimiento de la economía estadunidense de 2.8 por ciento, cuatro décimas de punto más que en su evaluación del año pasado.

“La economía estadunidense y el panorama laboral están empezando el año en una posición más fuerte que en 2014”, sostuvo su presidente y presidente de la gigante telefónica AT&T, Randall Stephenson.

La BRT divulgó su Índice de Perspectivas Económicas 2015 correspondiente al primer trimestre, con un aumento de las expectativas de los empresarios de un mayor gasto de capital, ventas y empleos.

Las perspectivas de ventas se ubicaron en su nivel más alto en los últimos tres años.

Los empresarios advirtieron sin embargo que el índice general de indicadores de empleo, ventas y gastos de capital se ha mantenido alrededor del mismo nivel en los últimos 18 meses, lo que en su opinión confirma que la economía sigue desarrollándose por debajo de su potencial.

Stevenson destacó por ello la urgencia de que la Casa Blanca y el Congreso lleguen a un acuerdo para la aprobación de la Autoridad de Promoción Comercial o “Vía Rápida”, a fin de completar iniciativas como la Alianza Transpacífica (TPP).

“Necesitamos aprobarla (la Vía Rápida) tan pronto como sea posible (…) en la primer mitad de este año”, dijo Stevenson.

Su llamado coincide con una ofensiva de relaciones públicas lanzada por la Casa Blanca para colocar la Autoridad de Promoción Comercial en el radar de temas urgentes para el Congreso.

Los republicanos tienden a ser fuertes partidarios del libre comercio. En contraste, los demócratas suelen oponerse a pactos comerciales de Estados Unidos con países con distintos estándares laborales y ambientales.

Por otra parte, el dirigente de la ATT se declaró decepcionado por la decisión de los republicanos de condicionar la aprobación del presupuesto del Departamento de Seguridad Interna (DHS).

Stevenson sostuvo que se trata de una “distracción” que impide al Congreso dedicarse a la aprobación de iniciativas urgentes para Estados Unidos como el comercio y la reforma fiscal.