Río de Janeiro.- La economía brasileña debería contraerse un 1.2 por ciento y la inflación alcanzar el 8.31 por ciento este año, según analistas y expertos consultados en un reporte semanal del Banco Central de la mayor economía latinoamericana.
La perspectiva para 2016 es que el Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil crezca el 1.5 por ciento y deje la recesión que este año previeron incluso organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La inflación –acaso uno de los problemas más acuciantes actualmente- debería situarse en el 8.31 por ciento y acercarse al doble del límite gubernamental, del 4.5 por ciento.
De esta forma empeoran por quinta semana consecutiva las previsiones para la séptima economía del planeta, que enfrenta un período de desaceleración, al tiempo que el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff encuentra dificultades para aprobar reformas para estimular la economía por la oposición a los recortes en el Congreso.
El ejecutivo brasileño quiere acometer recortes de 20 mil millones de dólares, pero sectores dentro del propio Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta se oponen, por el impacto para las clases medias y bajas.