
La Alianza Nacional de Pequeños Comercios (Anpec) afirmó que “no es la solución” la medida anunciada por el gobierno federal de reembolsar con dinero del erario el 1 por ciento de remesas que retirará el gobierno de Estados Unidos.
En un comunicado, Anpec recordó que la cámara alta de la Unión Americana aprobó 1 por ciento de impuesto a las remesas, que fue menor que lo propuesto originalmente.
Sin embargo, afirmó que “resultaría ingrato festejarlo”, ya que el simple hecho de haber aprobado este cobro es “indigno y una ofensa a los trabajadores mexicanos”.
“Anpec tiene claro que la medida anunciada por el gobierno mexicano de pretender reembolsar ese 1 por ciento con dinero del erario no es la solución al problema. El reembolso se trata del mismo recurso, el dinero público de todos los mexicanos; es una mala idea”, resaltó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza.
Impuesto a remesas, ilegítima
Detalló que la iniciativa del gobierno de Donald Trump de colocar un importe a las remesas es ilegítima, pues pretende cobrar un impuesto sobre un salario “devengado”, fruto del trabajo “honrado y duro” de millones de mexicanos que realizan en territorio estadunidense.
Además, detalló que con parte de su salario los migrantes apoyan a familiares en sus lugares de origen; Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Ciudad de México y Estado de México son las entidades que más reciben esta ayuda solidaria.
Recordó que el año pasado fue, la principal fuente de ingresos de nuestra economía nacional, superando los 64 mil millones de dólares.
“¿Qué motiva entonces este gravamen? La sospecha de que es dinero mal habido y con un destino aún peor. Nada más alejado de la realidad”, explicó Rivera.
“Lo bueno es que ésta no se puede adulterar con palabras; basta observar los roles laborales que desempeñan los mexicanos en la sociedad estadounidense: trabajan en restaurantes como cocineros y meseros, en el campo como recolectores, en hoteles, en labores de limpieza, mantenimiento, jardinería, florería, albañilería, construcción, cuidado de personas mayores y niños, en transporte, fábricas, almacenes y mucho más”, señaló.
También mencionó que esta medida ha perjudicado al gobierno estadunidense, ya que parte de su economía se sostiene por parte del trabajo de los migrantes mexicanos.
(milenio.com)