» Ventas de garaje en Canadá: economía informal del primer mundo

Esta nota fue creada el lunes, 18 mayo, 2015 a las 19:06 hrs
Sección: Monedero

Toronto.- Con la llegada de las altas temperaturas de primavera y verano los canadienses hacen cada semana sus ventas de garaje, cuyos bajos precios resultan muy atractivos, sobre todo para los nuevos inmigrantes.

La ciudad multicultural de Toronto alberga a nuevos inmigrantes, quienes en su mayoría vienen aquí a “levantar” un nuevo hogar.

Cada sábado, desde las nueve de la mañana o antes, las casas grandes y medianas abren la puerta de sus garajes para vender artículos que ya no usan pero que están en buen estado. Todo etiquetado, limpio, ordenado y listo para cambiar de dueño por unos cuantos dólares.

Sarah Morais, originaria de Portugal, anunció este fin de semana su “garage sale” como “épico” y puso música de ambiente para alegrar a los compradores.

“Los canadienses tenemos la costumbre de hacer el ‘Spring cleaning’, o sea, limpiar la casa y nuestro sótano durante la primavera y ahí encontramos cosas que yo no usamos y es mejor que otra persona las use”, dijo.

Entre batidoras de cinco dólares, lámparas de diez y 20 dólares, cafeteras de a diez y repisas de 50 centavos, Morais comentó que le gustan las ventas de garaje porque también “son una forma de socializar con los vecinos y con la gente”.

Hay quienes ofrecen agua de limón a los posibles compradores para aminorar el intenso calor, otros sólo recrean un ambiente agradable con música y una sonrisa.

La cultura de los “garage sale” es muy común en Canadá porque permite reciclar, reusar y contribuye al motor económico, pues quienes vacían sus sótanos y closets seguramente durante el otoño consumirán más productos y prendas de vestir.

Para quienes viven en departamentos, el gobierno les permite poner sus ventas de garaje en las calles, generalmente los sábados de nueve de la mañana a la una de la tarde.

Las amigas Nicole y Alisson viven en un departamento y quisieron poner una venta de garaje en la esquina de las calles Sheridan y College.

“Mi amiga se va a vivir a Londres así que le venimos a ayudar a vender parte de sus cosas”, dijo Alisson.

En esta ciudad de migrantes, estos puestos volátiles y callejeros de fin de semana se vuelven una gran ayuda para comenzar una nueva vida en Canadá.

Aquí se encuentran mesas, sillas, camas, aspiradoras, estéreos, artículos deportivos, herramientas, infinidad de juguetes, cunas, carriolas, antigüedades, zapatos, ropa y joyas.

En esta compra-venta el regateo sí funciona y si alguien compra varios productos seguramente el vendedor dará mejor precio.

Para el peruano Joffree Caso, la esquina de College y Lippincott St. es “su esquina”.

Aquí se encuentran cascos para los bicicleteros, pulseras, platos decorativos, bicicletas de a 100 dólares -cuando el precio de una nueva rebasa los 400 dólares- y hasta un disco de vinil de Barry White.

“En esta esquina pongo mi puesto todos los sábados durante el verano y a veces hasta los domingos”, explicó el limeño, para quien esta es una forma de ganarse la vida.

En esta transitada esquina pasa la gente a levantar y probar algo que le llamó la atención, como el asiático señor Lee, quien encontró una sierra por 100 dólares.

Ante la libertad de poder poner puestos callejeros en esta época del año, hay quienes visten de “garage sale” un negocio informal de venta de muebles o herramientas, por lo que hubo un intento de la alcaldía de regular esta práctica, pero hasta ahora no ha prosperado.

Un caballete portátil de 50 dólares, sartenes con tapa de a dólar y todo para adornar el árbol de Navidad por sólo 10 dólares, son algunas de las apetitosas ofertas que se pueden encontrar cada fin de semana por las calles de Toronto.





           



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