Río de Janeiro.- Miles de brasileños se manifestaron hoy en todo el país contra el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, en el segundo acto de protestas masivas desde el inicio del segundo mandato de la jefa de Estado.
Unas 150 mil personas salieron a las calles de 80 ciudades de todo el país en esta segunda jornada, según datos de la policía que indican que la protesta fue menos concurrida que la del pasado 15 de marzo, cuando casi dos millones se manifestaron.
En Río de Janeiro, unos 25 mil manifestantes –según los organizadores- se congregaron en la Avenida Atlántica de Copacabana, junto a la playa, donde pidieron la dimisión de Rousseff y el fin de la corrupción.
“Hay que acabar con el gobierno de Rousseff, hay que promover una moción de censura que la saque del poder. Ella es la ruina de Brasil”, aseguró Marcelo, uno de los manifestantes.
“¡Impeachment ya!”, “¡Fuera Dilma!” e incluso “Intervención militar constitucional” eran algunas de las consignas que se podían leer en las decenas de pancartas, mientras familias enteras de clases medias y altas eran las más presentes en la manifestación.
“Aquí no hay gente de la favela o negros porque ellos reciben el subsidio del Estado, el Bolsa Familia, y no se manifiestan contra Rousseff o el gobierno del Partido de los Trabajadores porque no quieren perderlo”, señalaba Robson, un vendedor ambulante.
Cientos de policías fueron desplegados en Río de Janeiro, donde dos exmilitares incluso desfilaron con un jeep, en una referencia a las peticiones de algunos sectores reaccionarios de la sociedad brasileña para que haya una intervención militar que saque del poder al Partido de los Trabajadores.
En Sao Paulo, epicentro de la oposición a Rousseff, decenas de miles de personas desfilaron por las calles de la céntrica Avenida Paulista, como también sucedió en otras ciudades importantes del país como Brasilia o Belo Horizonte.
Aunque las protestas de este día recibieron menor afluencia de manifestantes que la de marzo, las encuestas indican que el apoyo a Rousseff sigue estancado en mínimos históricos, mientras la idea de una moción de censura contra la presidenta –que volvió de Panamá para poder seguir la jornada- parece ganar apoyo.
El 63 por ciento de los brasileños respalda una moción de censura para provocar la dimisión de la presidenta, mientras el 75 por ciento de los encuestados se pronunció favorable a las protestas contra el gobierno de la mandataria, según datos del Instituto Datafolha, uno de los más respetados del país.
El apoyo popular a Rousseff sigue estancado en bajos registros histórico, con apenas 13 por ciento de los encuestados que aprueban el gobierno de Rousseff, según el sondeo, que entrevistó a dos mil 834 personas en 171 ciudades del país y tiene un margen de error del 2.0 por ciento.
La oposición y algunos sectores sociales acusan a Rousseff de no detener la corrupción en la petrolera estatal Petrobras y culpan a su gobierno del mal curso de la economía, que este año se contraerá un 1.0 por ciento.