Ante la crisis por la pandemia del covid-19, los gobiernos han tomado medidas para apoyar a las personas y las empresas mediante subsidios salariales, prestaciones por desempleo y otras medidas fiscales, pero se necesitarán más inversiones en atención médica, educación y otros servicios públicos básicos y esto tendrá un costo; ante esta situación, los países tendrán que encontrar enfoques innovadores para recaudar más dinero, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo con el FMI, los gobiernos están comenzando a concentrarse en movilizar ingresos de corporaciones e individuos que pueden pagar mejor y estos ingresos ayudarán a satisfacer las extraordinarias necesidades de financiamiento derivadas de la pandemia, al tiempo que promoverán la cohesión social en estos tiempos difíciles.
Además de esto, apuntó el organismo internacional, una opción de recaudación de ingresos que puede ser oportuna y atraer apoyo político es la tributación progresiva (un impuesto es progresivo si la obligación tributaria aumenta con los ingresos).
Otra opción, añadió, es que los responsables de la formulación de políticas consideren introducir contribuciones de recuperación del covid-19 para recaudar los recursos necesarios para una recuperación inclusiva. Estas contribuciones no deben confundirse con un impuesto sobre el patrimonio, pues éste tiene como objetivo los activos netos de los hogares, como inversiones como tenencias de acciones y bonos.
Estas contribuciones de recuperación podrían tomar la forma de recargos sobre el impuesto sobre la renta, algo así como beneficios excesivos. La idea básica sería que aquellos que pueden pagar más (personas con altos ingresos o empresas con ganancias extraordinarias) deberían hacer una mayor contribución de sus ganancias.
Para complementar estos esfuerzos nacionales, el FMI considera prudente que un acuerdo para reformar los impuestos corporativos internacionales, haciéndolos más capaces de alcanzar las rentas económicas de las multinacionales altamente rentables y limitando la competencia fiscal mutuamente perjudicial, debería ser una prioridad en una economía global cada vez más moldeada por la digitalización y la automatización. Dicho acuerdo también ayudaría a incrementar los ingresos de manera progresiva.
(milenio.com)