La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad la minuta del Senado que busca que las obras literarias y artísticas ya divulgadas puedan usarse sin autorización del titular de los derechos ni remuneración cuando se trate de proyectos sin fines de lucro dirigidos a personas con discapacidad.
El documento, que adiciona una fracción VIII al Artículo 148 de la Ley Federal del Derecho de Autor, fue aprobado por unanimidad con 352 votos en favor y se turnó al Ejecutivo federal para su publicación.
En el documento se establece que las obras literarias y artísticas ya divulgadas podrán publicarse sin autorización del titular del derecho patrimonial y sin remuneración cuando se trate de proyectos sin fines de lucro para personas con discapacidad.
Esto será posible siempre que la obra no se altere, se afecte su explotación normal y se cite la fuente, invariablemente.
Las modificaciones a la legislación vigente buscan poner al alcance de las personas con discapacidad obras literarias y artísticas que usualmente no son publicadas en ediciones o formatos accesibles para ellos.
Esto sin alterar la explotación normal de la obra o fines de lucro, “pero bajo uno de los supuestos fundamentales del derecho de autor, consistente en respetar los derechos morales de los autores”.
“El número de personas con discapacidad va en aumento, por lo que se requiere que se articulen políticas que fomenten la inclusión de todos, mediante actividades que promuevan la cultura, conducentes a leyes y normas que garanticen su implementación y cumplimiento”, asienta el documento.
Agrega que es corresponsabilidad de ambas Cámaras del Congreso impulsar el acceso a la cultura para las personas con discapacidad, con reformas que contribuyan a la igualdad de derechos.
El decreto deriva de una iniciativa presentada en enero de 2010 por el entonces senador Guillermo Tamborrel Suárez, del PAN, que fue aprobada y turnada a los diputados en febrero de 2013, quienes la devolvieron a los senadores, con modificaciones, en abril de ese mismo año.
En abril de 2014 la Cámara de Senadores volvió a turnar el documento a los diputados, con nuevas modificaciones, y la Mesa Directiva de San Lázaro la turnó a la Comisión de Cultura y Cinematografía para su análisis y dictamen.