
El cáncer de próstata continúa siendo uno de los principales desafíos de salud para la población masculina en México y en el mundo.
Aunque su detección temprana permite un tratamiento oportuno y altas posibilidades de curación, la mayoría de los hombres llegan tarde a la consulta, muchas veces por desconocimiento o por miedo.
Felipe de Jesús Tabares García, cirujano urólogo, señala que el cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en hombres mayores de 50 años y su característica más peligrosa es su silencio y es uno de los más frecuentes, pues se presenta en el 55 por ciento de los pacientes que acuden a consulta.
“Del porcentaje de la consulta de nosotros los urólogos, el 55 por ciento es por patología prostática, y el otro 45 por ciento se debe a infecciones urinarias, piedras en las vías urinarias, incontinencias urinarias, entre otras”.
¿Qué es el cáncer de próstata?
El cáncer de próstata es un tumor maligno que aparece cuando las células de la glándula prostática crecen de forma descontrolada. Aunque puede surgir a cualquier edad adulta, es más frecuente a partir de los 65 años, con un incremento notable conforme avanzan los años.
“A los 60 años, entre 10 y 15 de cada 100 hombres desarrollan cáncer de próstata; a los 80 años, la cifra puede llegar hasta 35 de cada 100. Es una enfermedad que está directamente asociada a la edad”.
Explica que el cáncer de próstata tiende a ser muy agresivo en hombres menores de 60 años, sin embargo, cuando se presenta en menores de 60 años es más agresivo.
Como cualquier órgano, las células de la próstata pueden de repente tener cambios y una multiplicación descontrolada de sus células que desencadenan en un tumor maligno.
Factores de riesgo: edad, genética y metabolismo
La edad y la exposición a los andrógenos, particularmente a la testosterona, son los principales factores de riesgo, aunque no causan directamente el tumor, sí favorecen su crecimiento una vez que se desarrolla.
“Se considera que el cáncer de próstata es una forma en la que la próstata envejece”.
Otros elementos influyen en la agresividad de la enfermedad, es en hombres de raza negra, quienes suelen presentar tumores más agresivos que la gente de raza blanca: las personas que tienen síndrome metabólico, que son aquellas que tienen obesidad, glucosa alta, triglicéridos elevados o colesterol alto y la herencia familiar, sobre todo cuando se presenta en edades tempranas.
Cáncer sin síntomas en etapas iniciales
El cáncer de próstata señala, es el análogo al cáncer de mama en la mujer, pues en este último hay diversas variantes y la más común es la asociada al estímulo de los estrógenos, que son las hormonas femeninas, mientras que en el caso del hombre, es la testosterona.
“Una vez que se forma el tumor, la testosterona estimula el crecimiento del tumor. El de mamá en la mujer y el de próstata en el hombre, son tumores que están asociados a la exposición hormonal”.
Uno de los aspectos más peligrosos de esta enfermedad es que no causa síntomas en sus primeras etapas. No hay dolor, molestias urinarias ni señales visibles.
Cuando los síntomas aparecen, entre ellos: Dificultad para orinar, dolor óseo, sangrado, es porque el tumor ya se encuentra avanzado.
“El cáncer de la próstata en etapa inicio o en etapas intermedias rara vez da síntomas y como no da síntomas hay que buscarlo de forma intencionada”.
El antígeno prostático la clave de la detección a tiempo
La prueba más efectiva y accesible para detectar y prevenir el cáncer de próstata, es a través del antígeno prostático específico (PSA), un análisis de sangre que todos los hombres deberían realizarse una vez al año a partir de los 45 años.
“La mejor forma de prevenir un cáncer de próstata, es hacer el antígeno prostático una vez por año a partir de los 45 años. El cáncer de próstata nos va a dar tal vez a muchos hombres y la mejor forma es detectarlo de forma temprana”.
Explica que el nivel normal del PSA debe ser menor a 4 nanogramos por mililitro, por lo que si la cifra aumenta, el urólogo analiza otras posibles causas antes de llegar a una biopsia, pues existen tres niveles de interpretación: PSA normal (4 ng/mL): seguimiento anual; Zona gris (4–10 ng/mL): puede elevarse por infecciones, inflamación, eyaculación reciente o un tumor inicial. Requiere estudios complementarios y PSA patológico (10 ng/mL) que no confirma cáncer, pero obliga a una evaluación exhaustiva.
“Existen diversos factores que pueden elevar el antígeno, entre ellos: Beber alcohol, la eyaculación, alguna infección en la orina, prostatitis agudas o crónicas, así como enfermedades inflamatorias como lupus, dengue, artritis, pueden elevar el antígeno”.
La enfermedad más frecuente relacionada con este órgano no es el cáncer, sino la hiperplasia prostática benigna, que es el crecimiento natural de la próstata después de los 50 años.
“El que un hombre tenga un antígeno mayor de 10, no significa que tiene cáncer, pero como ya estopa más elevado significa que a ese hombre hay que checarlo muy bien”.
Temor a la revisión
Existen tres razones por las que los hombres no acuden a una revisión de manera periódica para prevenir la enfermedad, una de ellas señala, es la falta de cultura preventiva, pues los hombres solo acuden al médico cuando sienten molestias; miedo al diagnóstico por temor a recibir malas noticias y rechazo al tacto rectal, que aunque hoy se realiza a través de la prueba de antígeno prostático, el tacto sigue siendo necesario en algunos casos.
“No tengan miedo de venir a revisarse. Háganse su antígeno prostático. Si está bien, no necesitan más. Si está mal, hay que investigarlo, pero se recomienda que todo hombre mayor de 45 años se haga su PSA una vez por año”.
Aunque no existe una forma de evitar por completo el cáncer de próstata, algunos factores pueden disminuir su riesgo, señala el especialista, entre ellos: La eyaculación frecuente, niveles adecuados de selenio, consumo de licopeno, presente en el jitomate, o en cápsulas.
Sin embargo, reiteró, lo que realmente previene complicaciones, es la detección temprana, acudir una vez al año al médico y realizarse el antígeno prostático.
“Si tienes más de 45 años, aunque te sientas bien, chécate la próstata”, expresó.
(milenio.com)





