» Cenizas del Popocatépetl pueden causar desde infecciones hasta pérdida del ojo: oftalmóloga

Las cenizas emitidas por el volcán Popocatépetl contienen rocas y cristales microscópicos que, al entrar en contacto con alguno o ambos globos oculares, pueden causar desde una conjuntivitis hasta laceraciones, úlceras o abrasiones que derivan en complicaciones como la pérdida de la vista, incluso del ojo, alertó la oftalmóloga Josefina Molina Terrazas.

“Esas cenizas al introducirse al globo ocular y al depositarse en párpados, pueden causar quemaduras o heridas, nosotros les decimos abrasiones corneales.

“Como esas cenizas también tienen cristal, es decir, sílice (vidrio volcánico), causan pequeñas laceraciones, cortaduras a nivel del ojo, sobre todo, cuando la persona se talla por sentir esa sensación de tener un objeto extraño”, explicó la especialista en entrevista con MILENIO.

“Una laceración importante causa úlceras corneales y de eso se pueden tener complicaciones muy severas y llegar a perder el ojo”, explicó la especialista tras aclarar que tallarse los ojos resulta una manera de auto lesionarse.

“Nuestros ojos tienen terminaciones nerviosas que nos avisa de que algo le está pasando, por ello, en caso de sentir cuerpos extraños, es decir, esos residuos de roca o cristal microscópica emitidas a través de las cenizas, es necesario atenderse de inmediato.

“No tratar de quitarse uno mismo ese objeto extraño, porque se puede causar una lesión importante entre la quemadura y el ojo seco puede causar una úlcera. Y de una úlcera corneal o a nivel conjuntival importante, sí se puede perder el ojo. Esa úlcera causa a su vez infecciones y dañan un órgano tan importante”, aseveró.

En su consultorio, expuso la médica, se ha incrementado la consulta médica por infecciones, irritación y ojo seco, como consecuencia de la actividad que registra el volcán Popocatépetl.

“Lo que más he visto son casos de conjuntivitis irritativa. Los pacientes llegan con síntomas de ardor, comezón, ojo rojo y esa sensación de tener cuerpos extraños. Hay casos avanzados de pacientes que sienten rocas, basura y que llegan con la mano en la cara temiendo de que van a perder su ojo”, detalló.

Molina Terrazas recomendó mantener puertas y ventanas bien cerradas, sobre todo entre la población que habita en los alrededores del volcán, asimismo protegerlas con paños, para evitar que ingrese la ceniza.

Usar gafas o lentes oscuros para protegerse de la luz infrarroja, causadas por algunas emisiones del volcán. También se sugiere protegerse con goggles para evitar la penetración de la ceniza en los ojos, como también de gases tóxicos.

Las personas, comentó, deben proteger también la piel porque la ceniza puede lacerar los párpados. De ahí que se recomienda no efectuar actividades al aire libre; cubrirse con un sombrero o gorra para evitar el contacto de la ceniza en el cuero cabelludo.

Y, en caso de sentir un objeto extraño, lavarse las manos y acudir al médico.

Las abrasiones corneales y los cuerpos extraños generalmente producen dolor, lagrimeo y sensación de tener algo en el ojo.

También pueden provocar enrojecimiento (debido a la dilatación de los vasos sanguíneos de la superficie ocular) o bien, de manera ocasional, inflamación del ojo y del párpado.

Algunas veces aparece visión borrosa. La luz puede originar espasmos dolorosos en el músculo que contrae la pupila.

(milenio.com)