El candidato ultraderechista José Antonio Kast dijo este jueves que “Chile no es ni será jamás un país marxista ni comunista” al cerrar en Santiago su campaña hacia las elecciones presidenciales del domingo.
“El comunismo es él mismo en todo Chile y en todo el mundo. Son los mismos y no nos van a engañar. Con esos discursos de paz y amor no nos van a engañar. Les vamos a enfrentar, les vamos a dar frente, de cara, y con la razón, nunca con la violencia”, dijo varios miles de seguidores en un acomodado barrio capitalino.
Sus adherentes le vitorearon mientras decenas de banderas de Chile, también algunas de Cuba y Venezuela, ondeaban en la noche chilena tras horas de espera entre ritmos de cumbia y rancheras, para escuchar las últimas palabras del ultraconservador antes de los comicios, en los que enfrenta al izquierdista Gabriel Boric.
De 35 años, Boric es el representante de la coalición Apruebo Dignidad, que reúne al Frente Amplio -al que él pertenece- y al Partido Comunista. En la segunda vuelta, recibió el apoyo de todos los partidos de la centro izquierda que formaban parte de la Concertación, que gobernó Chile dos décadas tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet ((1973-1990).
“La izquierda sólo promueve la pobreza, esa pobreza que ha arrastrado a Venezuela, a Nicaragua y a Cuba, donde las personas huyen de ahí porque esa narcodictadura sólo trae pobreza y miseria”, señaló desde el escenario en un discurso repetido en toda la campaña electoral contra su adversario.
Hacia su contrincante, a quien venció en primera vuelta con el 27,9% frente al 25,8%, le acusó de mentir a los chilenos en sus discursos y sus promesas electorales, quien acusa a Kast de divulgar noticias y datos falsos.
“No le vamos a permitir que engañe a los chilenos de buena voluntad. La noticia falsa es usted señor Boric. Nosotros hablamos con la verdad, hablamos de frente, no cambiamos nuestras convicciones”, señaló enérgicamente.
Kast también repitió sus ideas claves a lo largo de toda la campaña, como la recuperación del orden y la lucha contra la violencia y la delincuencia. “Volver a recuperar la paz, el orden, el estado de derecho y sobre todo la dignidad en la vida de las personas”, destacó tras presentar a su mujer y sus nueves hijos antes de comenzar su discurso.
Admirador de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Kast es contrario al aborto y al matrimonio igualitario y muy pocas veces pierde la compostura y mantiene siempre una sonrisa imperturbable pese a las críticas o los ataques que recibe.
(milenio.com)