» Emilio Lozoya tuvo “poco pudor procesal” al cenar en restaurante: FGR

La visita de Emilio Lozoya en el Hunan le salió cara, y no por lo que gastara en este lujoso restaurante ubicado en Lomas Virreyes, sino porque esa cena fue tema e incluso debate en la audiencia de este miércoles en el reclusorio Norte, donde el juez José Artemio Zúñiga determinó modificarle la medida cautelar al ex director de Pemex a prisión preventiva justificada.

El agente del Ministerio Público de la Federación, Manuel Granados Muñoz, fue quien inició los señalamientos, al calificar de “poco pudor procesal” su visita a este establecimiento.

“Es un botón de muestra que tiene acceso a personas que le pueden ayudar a fugarse”, aseguró el representante de la Fiscalía General de la República (FGR).

En respuesta, Miguel Ontiveros Alonso, abogado de Emilio Lozoya, consideró que el ex director de Pemex fue “difamado“ por mostrar esas imágenes en el Hunan, publicadas por la periodista Lourdes Mendoza, quien reveló que parte del menú fue pato pequinés.

“No sé de qué artículo extrae el término (poco pudor procesal)”.

Enseguida, el defensor de Lozoya cuestionó que no se mencionara en esta audiencia cuando fueron captados en la FGR “haciendo fila” al solicitar el criterio de oportunidad.

“El único dato de prueba que ha cambiado es que se le tomó una fotografía en un restaurante”, exclamó Ontiveros.

En su réplica, el agente del Ministerio Público de la Federación sostuvo que su visita al Hunan reflejaba el “nivel de impunidad con el que se está moviendo”.

En su oportunidad, el representante legal de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) incluso aseveró que su visita a dicho restaurante había sido una “falta de respeto y una provocación a las instituciones”.

Al emitir su resolución, el juez de Control tocó el tema y recordó que las medidas cautelares aplicables para Lozoya fueron solicitadas por la propia FGR y no implicaban ningún tipo de limitación.

“Bajo ninguna circunstancia se le prohibía acudir a un lugar u otro”, expuso, al tiempo que cerró el debate explicando que los argumentos relativos al restaurante escapaban de su análisis: “no son ni pueden ser materia de estudio”.

(milenio.com)