El Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) reiteró su exhortó a todos los actores políticos en la capital a preservar la integridad en las elecciones, observar buenas prácticas en sus campañas y conducirse conforme a valores democráticos y electorales.
Al hacer un pronunciamiento al final de la más reciente sesión del IEDF, su consejero presidente, Mario Velázquez Miranda, también los llamó a que asuman el compromiso que “nuestro orden jurídico les impone con las reglas del juego democrático”.
Subrayó que en los procesos electorales, partidos, autoridades electorales y órganos de gobierno “debemos, ineludiblemente, observar un fin común: la preservación del Estado de derecho”.
Lo anterior, manifestó, para asegurar el ejercicio de las libertades ciudadanas y garantizar condiciones de igualdad política para todos los participantes.
Agregó que “hemos insistido en la necesidad de que los partidos políticos representados colaboren con la autoridad, presentando oportunamente las quejas, acompañando con los medios probatorios más adecuados a su alcance y acompañándonos en las actuaciones pertinentes”.
Asimismo, “hemos generado compromisos con el Gobierno del Distrito Federal y con la Asamblea Legislativa para que se pueda verificar que la entrega de bienes y servicios públicos no se condicione la entrega de los beneficios”.
Sin embargo, consideró, es necesario hacer un exhorto a todos los involucrados en este proceso a mantener la normalidad democrática en aras de permitir a la ciudadanía optar por la opción pacífica de su preferencia, en absoluta libertad.
En ese sentido, a todas las autoridades administrativas en el Distrito Federal, “las exhortamos a respetar plenamente las leyes y los acuerdos suscritos en materia de de imparcialidad”.
Ello, dijo, para evitar distorsiones o interferencias indebidas en las campañas, en tanto que a los partidos políticos, candidatos y candidatas a conducirse con respeto hacia sus competidores y actuar de manera responsable en el manejo de los recursos.
Del mismo modo, a sustentar su labor de persuasión a los electores exclusivamente con ideas y propuestas, no con injurias, acusaciones, descalificaciones y mucho menos, actos de violencia, absolutamente deleznables provengan de quién provengan, concluyó.