El legislador René Fujiwara Montelongo destacó la necesidad de impulsar campañas informativas de carácter permanente para que la población sepa cómo reaccionar ante cualquier desastre natural y aminorar el impacto de los fenómenos naturales.
Planteó que ante los daños y las muertes ocasionadas por el tornado en Ciudad Acuña, Coahuila, así como los percances en la ciudad de México por las intensas lluvias, es urgente que la Coordinación Nacional de Protección Civil y los gobiernos estatales construyan un plan emergente de contingencia a nivel nacional y regional.
En entrevista, el vicecoordinador de Nueva Alianza en la Cámara de Diputados expuso que México es considerado vulnerable por el aumento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos atmosféricos.
Sin embargo, no existe una cultura de la prevención y reacción entre la ciudadanía, lo que obliga a diseñar cuanto antes un plan de contingencia en el que las autoridades de los tres órdenes de gobierno coordinen acciones de predicción, prevención y reacción, en las que la sociedad participe activamente.
Admitió que los avances en materia de prevención y reducción de riesgos han sido considerables a partir de la creación del Sistema Nacional de Protección Civil tras el terremoto de 1985 en la ciudad de México, pero aún hay mucho por hacer en ese rubro, principalmente en lo que a participación ciudadana se refiere.
A partir de entonces, dijo, con la implementación de medidas como los simulacros por sismos en escuelas y edificios públicos, en las urbes se han prevenido numerosos accidentes.
Señaló que a pesar de ello para muchos ciudadanos no está claro cómo deben reaccionar ante un tornado, una tormenta eléctrica, inundaciones, ráfagas de viento o lluvias torrenciales, como las ocurridas en días recientes en el Distrito Federal.
En este contexto Fujiwara Montelongo insistió en que no se deben echar en “saco roto” las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en un estudio de 2013, en el que plantea que la protección civil debe ser prioridad en el Plan Nacional de Desarrollo.
Además, se pronunció por cambiar el enfoque del Sistema Nacional de Prevención Civil y fortalecer sus capacidades para prevenir desastres y reducir la vulnerabilidad, con lo que se contribuirá a un crecimiento económico sostenido, pues durante la década pasada las pérdidas económicas fueron provocadas en gran medida por huracanes en el Golfo de México e inundaciones.
Finalmente, recalcó que según el mismo documento, de 1970 a 2011, el mayor número de desastres se debió a tormentas, inundaciones y sismos, entre otros, siendo las lluvias intensas las que más pérdidas económicas han generado.