Cada año mueren unos 18 millones de personas en todo el mundo por enfermedades cardiovasculares, principalmente por un infarto del miocardio que sigue siendo la causa número uno de muerte en el mundo y por supuesto en México.
Detectar a tiempo si tú estás en riesgo de padecer este problema, sería la diferencia entre la vida y la muerte, puesto que seis de cada diez personas que se infartan, ni siquiera llegan a un hospital para buscar ayuda, ya que mueren en la primera hora del infarto. Por esto, ningún avance médico podrá ayudarte si se te presenta un infarto y caes en ese 60% y lo lógico es que tratemos de detectar si una persona está en riesgo.
Lo terrible, es que la detección oportuna no se hace por varias situaciones que vamos a analizar.
La angina de pecho y el infarto del miocardio, producen síntomas de mala circulación del corazón, pues son parte de la enfermedad conocida como cardiopatía isquémica, que incluye otros problemas que pueden no avisar por no haber síntomas, lo que hace más importante la detección mediante algunos estudios.
La principal causa de la cardiopatía isquémica es la ateroesclerosis coronaria, es decir, la obstrucción de los vasos sanguíneos del corazón producida por placas de grasa.
Este problema es tan grave, que el jueves 27 de septiembre se festejó el día mundial del trasplante, que en el caso del corazón, está muy lejos de ser una solución, pues son motivo de noticias espectaculares, pero la mala selección de los pacientes ha hecho que haya muy pocos sobrevivientes en nuestro país.
Lo mismo pasa con el corazón artificial que fue aplicado recientemente a un paciente en el Distrito Federal, con gran repercusión mediática, sin resolverle nada al paciente, ya que ahora necesita un trasplante de corazón urgente y otro de riñón por lo grave que está, ya que el corazón artificial no le funciona en absoluto.
Prevenir es la clave y por ello, el último domingo de septiembre se festeja el día mundial del corazón con fines preventivos.
Dado que esta enfermedad es multifactorial, hay que prevenir un gran número de situaciones a las que las personas no les prestamos atención, como es el abandono del tabaco, checar desde los 18 años el nivel de colesterol en la sangre como se hace en países avanzados, revisar la tensión arterial al menos una vez al año, hacer ejercicio aeróbico cotidiano y llevar una dieta sana, temas que hemos abordado en otras entregas de esta columna.
El objetivo primordial de la columna de hoy, es informarles de los estudios más básicos que sus médicos deben realizarles para identificar si están en riesgo de padecer un infarto.
Las personas sanas que llegan a los 40 años deben tener como exámenes básicos: un examen físico completo, una química sanguínea para detectar sus niveles de glucosa y grasas y un electrocardiograma en reposo.
Las personas que ya padecen alguna enfermedad que los puede llevar a un infarto, conocidas en conjunto como factores de riesgo cardiovascular como diabetes, tabaquismo, hipertensión arterial y grasas altas en sangre (dislipidemia), deben ser estudiados igual que las personas sanas y agregarles un electrocardiograma en esfuerzo y una determinación en sangre de la proteína C reactiva de alta sensibilidad.
Me explico: el electrocardiograma en reposo (ECG) es muy útil si muestra alguna alteración, pero en el caso de resultar totalmente normal, ¡sólo es confiable en un 70%! por lo que las personas en riesgo deben ser estudiadas con prueba de esfuerzo y no sólo con ECG, para poder detectar si acaso están en riesgo.
La principal forma de prueba de esfuerzo es con una serie de ECG antes, durante y después de esfuerzo en banda sin fin, caminando y luego trotando a una velocidad regulada y a una inclinación progresiva de la banda.
Si no es posible esto por mala condición física, problemas ortopédicos, obesidad extrema y otros problemas que impidan una adecuada valoración, tenemos como alternativa a las pruebas de ultrasonido del corazón con una estimulación mediante medicamentos por la vena o estudios de medicina nuclear.
Estos dos estudios los voy a abordar en otra columna futura.
En el caso de la proteína C reactiva de alta sensibilidad, es un estudio de laboratorio que identifica una sustancia producida en el hígado y que se eleva cuando existe actividad inflamatoria en el cuerpo, como ocurre en personas que están desarrollando placas de grasa en las coronarias.
Se considera que las personas con un nivel elevado de esta proteína, están en riesgo de presentar un infarto y se sabe que los niveles de esta sustancia disminuyen cuando se utiliza aspirina, así como al utilizar los medicamentos llamados estatinas, que primariamente usamos para disminuir el colesterol elevado, como ha quedado demostrado en varios estudios médicos como el llamado Júpiter.
Les recomiendo por lo tanto, que platiquen con sus médicos sobre la posibilidad de que les practiquen estos estudios básicos si ustedes padecen las enfermedades que hemos mencionado, porque esa es la única manera adecuada de reconocer si acaso ustedes están en riesgo de presentar un infarto.
Les deseo lo mejor y les recuerdo que preguntar en el blog, sobre sus problemas de salud, les puede brindar una nueva oportunidad de para su vida futura.
Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com
Hasta la próxima.