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» El corazón de un enfermo con anemia

Esta nota fue creada el lunes, 16 diciembre, 2013 a las 3:00 hrs
Sección: La corazonada

Cuando los papás de Paty me la llevaron a consulta, estaban convencidos que tenía un problema en el corazón, pues su pediatra les había dicho que tenía un soplo cardíaco y él era un médico muy acertado.

Al examinarla, efectivamente le encontré un soplo muy evidente. Su pediatra tenía razón en cuanto a lo que le había escuchado, pero se trataba de un soplo inocente, conocido por los cardiólogos como “funcional”.

Me llamó mucho la atención la palidez de su piel y de otras áreas de su cuerpo como las conjuntivas de los ojos y su lengua. Le solicité una biometría hemática con el diagnóstico de anemia megaloblástica, puesto que Paty tenía muchos factores para desarrollar este problema, ya que era prematura, comía mal, tenía menos peso del que le tocaba para sus dos años de edad y se fatigaba fácilmente.

El laboratorio reportó glóbulos rojos muy grandes, con un nivel de hemoglobina menor a 10 gramos por cada 100 ml de sangre con lo que se comprobó que tenía una de las anemias más frecuentes que vemos en nuestro país y que es debida a un nivel muy bajo de vitamina B12 y/o de ácido fólico. Seis meses más tarde, Paty ya no tenía soplo y ya presumía mejillas sonrosadas.

El caso es real, pues el corazón desarrolla problemas de varios tipos cuando una persona sufre de anemia, pudiendo llegar a situaciones muy serias, como es la insuficiencia cardíaca grave, a pesar de que el corazón no tenga lesiones propiamente.

La palabra anemia, que es usada para referirse a una enfermedad donde hay menos glóbulos rojos, es completamente incorrecta, pues de manera literal quiere decir “sin sangre”, ya que el prefijo an denota la ausencia de algo y hemos es sangre.

Es obvio que un paciente no puede vivir sin sangre, por lo que en todo caso se debería llamar “oligohemia” que quiere decir con poca sangre, pero el término tampoco sería correcto pues el problema es que hay menos glóbulos rojos para transportar el oxígeno y no es que haya menos sangre, pues el agua y las proteínas del plasma que es el componente líquido de la sangre, están en la cantidad correcta.

El uso de la palabra ha sido sancionado por muchos años, por lo que no podemos cambiarla.

Hay varios tipos de anemia crónica: la carencial por estar desnutrido, que es la más común de todas, la megaloblástica que les he relatado, la hemolítica (donde el cuerpo destruye sus glóbulos rojos), la ferropénica (por falta de hierro), anemia perniciosa por alcoholismo y otras debidas a problemas hereditarios como la talasemia (que vemos en personas con herencia europea) y la de células en forma de hoz (que se observa en personas con herencia de gente de color) y otras más. Las causas de anemia son más de medio centenar y su análisis completo escapa a los propósitos de esta columna.

El corazón es uno de los principales órganos que se afecta por la anemia, ya que este padecimiento provoca daño multiorgánico. El sistema cardiovascular desarrolla varias respuestas para contrarrestar los efectos de la anemia. Los vasos sanguíneos se contraen para favorecer el flujo sanguíneo hacia órganos vitales como cerebro, corazón y riñones. El corazón aumenta el número de latidos por minuto para enviar oxígeno a todo el cuerpo.

Los pulmones aumentan su trabajo para mantener la presión arterial pulmonar baja e incrementar el nivel de oxígeno en la sangre.

Estos cambios terminan produciendo soplos de diversos tipos; de hecho el corazón se dilata a veces tanto, que las válvulas empiezan a fallar, sobre todo la mitral y la tricúspide. Además de dilatarse, el corazón se hipertrofia, por lo que se hace más grueso y consume más oxígeno, debido a esto los pacientes pueden tener angina de pecho y se han descrito infartos en individuos que ya tenían obstrucciones coronarias.

La insuficiencia cardíaca por anemia es mucho más frecuente de lo que ustedes puedan considerar, ya que la anemia crónica provoca taquicardia refleja, dilatación progresiva del corazón con hipertrofia muscular cardíaca y dado que los vasos sanguíneos están en constricción, se llega a un síndrome clínico conocido como Cor Anémico que es ocasionado por este conjunto de manifestaciones que siendo una condición refleja para compensar la anemia, termina provocando una enfermedad que puede matar al paciente y no por la anemia en sí misma.

Les recomiendo que su médico de confianza los examine al menos una vez por año y les solicite exámenes básicos de laboratorio, para detectar a tiempo algún problema y con ello evitar complicaciones futuras como las que hoy he analizado para ustedes.

Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com

Hasta la próxima.





           



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