» La llave en la cerradura.

Esta nota fue creada el domingo, 11 septiembre, 2011 a las 22:17 hrs
Sección: La corazonada

Los médicos poco sabíamos del funcionamiento del corazón, hasta que logramos meternos en él mediante un catéter.

En 1929, a un estudiante de segundo año de la carrera de Medicina, en Breslau, Alemania, se le ocurrió que si pasaba una sonda muy delgada de las usadas para vaciar la vejiga de una persona, por una vena del brazo, seguramente llegaría al corazón. Lo impresionante fue que aplicó el catéter en su propia vena del brazo izquierdo y cuando llegó a su propio corazón se tomó una radiografía, que se convirtió en un documento histórico, pues hizo algo que nadie había intentado antes, por lo que cuando años más tarde le entregaron el premio Nobel de Medicina, se comentó que este primer cateterismo “había sido la llave en la cerradura” para hacer buenos diagnósticos y mejores tratamientos para los pacientes cardíacos.

Pero aunque esto fue un gran logro, su profesor lo corrió de la escuela, con las palabras “esto no es un circo”.

Por fortuna Werner Forssmann, este brillante estudiante, pudo terminar sus estudios y después ganar el premio mencionado.

Así pues, un cateterismo cardíaco es la introducción de una sonda muy delgada  a través de un vaso sanguíneo para llegar al corazón. Esto permite hacer un diagnóstico fino de la función circulatoria, del estado de los vasos sanguíneos, sobre todo de las arterias que nutren al corazón, las llamadas coronarias y de las válvulas cardíacas.

Con el cateterismo se define el grado de la lesión existente y si el paciente requiere una cirugía de corazón abierto o bien, si puede ser tratado mediante otra variedad de catéteres para resolver el problema que el paciente tiene, pues en la actualidad el cateterismo no sólo es diagnóstico, también es terapéutico, es decir, que puede resolver varios problemas como arterias tapadas, cortocircuitos eléctricos, válvulas estrechas, orificios dentro del corazón que no se cerraron adecuadamente al nacimiento y muchos otros problemas.

Este conjunto de tratamientos mediante cateterismo cardíaco es lo que llamamos Cardiología Intervencionista, una especialidad tan nueva, que los primeros especialistas recibimos el certificado que nos acredita como intervencionistas apenas en el año 2000 y en todo el país no somos más de 300 los que nos dedicamos a esta rama del conocimiento.

El cateterismo tanto diagnóstico como intervencionista, se realiza por punción de los vasos sanguíneos y sólo en contadas ocasiones, mediante un corte del vaso cuando el catéter es mayor a 6 milímetros, pues normalmente mide 2 a 3 de grosor y metro y medio en promedio de largo, ya que se puede introducir por la pierna (el 90% de las veces) o por un brazo.

Todo se hace en forma estéril, con anestesia local pues conviene que el paciente esté despierto, lo cual disminuye muchas complicaciones y se efectúa en una sala de rayos X, altamente especializada a la cual llamamos sala de hemodinámica.

En la Figura uno, les muestro una sala dedicada al cateterismo. Noten que los médicos vestimos en forma estéril y el paciente que está en la mesa, también está cubierto con ropa estéril.

Para visualizar el corazón y los vasos sanguíneos de manera adecuada, aplicamos medio de contraste, que es una sustancia con yodo que produce calor cuando lo inyectamos. Todo el cateterismo es perfectamente tolerado y no debe causar dolor.

Esto debe remarcarse pues infinidad de ocasiones he escuchado a pacientes “prefiero morir que someterme al dolor del cateterismo” y les aseguro que no ocasiona dolor en manos expertas.

Un problema muy común, es el miedo a las complicaciones, que sabemos puede llegar hasta la muerte de la persona. Las complicaciones dependen de la gravedad de cada caso y de la experiencia de quien lo realiza. Yo tengo treinta años practicándolo y a pesar de tratar casos agudos, jamás he perdido un paciente en la sala, lo cual agradezco al ser supremo, pero el riesgo de muerte existe y en general es 0.0001% en caso de diagnóstico, es decir una posible muerte… ¡por cada diez mil cateterismos realizados!.

Las complicaciones pueden ser más frecuentes en situaciones como la que les presento en la Figura dos, donde pueden ver una arteria coronaria tapada por una placa de grasa y un trombo, es decir, se trata de un paciente que tiene un infarto agudo del miocardio, pues se le interrumpió el flujo sanguíneo con un coágulo en su coronaria derecha.

En la imagen de en medio pueden observar que ya le aplicamos dos mallas de un material semirrígido a las que llamamos Stent y que no tiene una traducción exacta al español, pero son como pequeños resortes de pluma atómica, que evitan que el vaso sanguíneo se vuelva a tapar, lo cual pueden observar en la tercera imagen, donde se ve la coronaria derecha ya permeable, pues el flujo sanguíneo ya está restablecido, pues al poner medio de contraste, que es la sustancia oscura en su interior, se “pinta” toda la arteria.

Este es el procedimiento llamado angioplastia con aplicación de stent y que a este paciente le ha salvado su vida y no le quedará ninguna lesión en su corazón, gracias a la Cardiología Intervencionista.

Así pues, si usted necesita un cateterismo, acuda con confianza, ya que salvará su vida con riesgos mínimos, pues sin duda,  la enfermedad siempre será peor que un cateterismo.

Correo: ricardo.jauregui03@gmail.com





           



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