» Las relaciones entre el corazón y el estómago

Durante el desarrollo del embarazo, las vísceras del abdomen y del tórax, comparten un mismo origen, llamado mesodermo. Literalmente significa “la piel de la parte media”, en referencia a que es la capa central de las tres que integran el cuerpo del bebé que se está formando.

Debido a esto, algunos órganos como el corazón y el estómago comparten terminaciones nerviosas, lo que establece una relación tan íntima, que puede provocar algunas confusiones en los síntomas de las personas, cuando una enfermedad se hace presente.

Todos hemos escuchado que ha habido casos de infarto del miocardio que han sido confundidos con una severa gastritis y que algunos casos de hipo continuo, que ha durado más de un día sin que se haya podido realizar el diagnóstico y que puede ser una manifestación de una enfermedad grave en el tórax, como un infarto miocárdico o una tromboembolia pulmonar.

También existen casos que representan la otra cara de la moneda, pues hay enfermedades cardiovasculares que ocasionan molestias digestivas.

Debido a estos antecedentes me pareció útil revisar para ustedes, amables lectores, algunas relaciones conocidas entre el corazón y el estómago.

Los pacientes con angina de pecho no deben hacer ejercicio después de haber comido, puesto que la digestión requiere un mayor aporte de sangre a nivel abdominal y al hacer ejercicio, los músculos que entren en actividad requerirán también más trabajo del corazón y eso es una causa frecuente de dolor del pecho. Yo siempre les insisto a mis pacientes, que hagan ejercicio cardiovascular una 4 a 5 veces a la semana, siempre con estómago vacío.

La gastritis facilita el dolor del corazón. No está perfectamente establecida la causa de este problema, pero el hecho se había sospechado desde hace varias décadas y con los avances tecnológicos, se ha podido estudiar de varias maneras. Hace unos años fue motivo de un premio, entregado en un congreso internacional, un estudio científico realizado en 56 pacientes, a los que se le midió la cantidad de sangre que entraba a sus coronarias mediante un catéter.

Luego se les aplicó una mezcla de agua con ácido clorhídrico (el mismo que ustedes tienen normalmente en sus estómagos) directamente en el estómago, mediante una sonda y se les suministraron diluciones cada vez con más ácido.

Con este estudio quedó bien demostrado que a mayor acidez en el estómago, había menor flujo de sangre en las coronarias. Por esto, ustedes deben buscar ayuda médica si constantemente sufren de agruras, si sufren de dolor en la boca del estómago después de comer o cuando llevan varias horas en ayuno, pues facilitarían que se les presente un problema cardiológico.

¿Alguna vez habían pensado que el corazón y el estómago están sumamente cerca?. Esta extraordinaria cercanía nos permite entender que cuando comemos muy aprisa, podemos tener taquicardia en forma refleja. Resulta que si nos precipitamos a la hora de la comida, podemos deglutir mucho aire.

Esto se llama aerofagia y nos distiende el estómago, pues si bien es cierto que tiene  normalmente un poco de aire en lo que se llama la cámara aérea del estómago,  que es como una gran burbuja, cuando ingerimos mucho aire nos provoca malestar por distensión, que se puede manifestar como dolor del tórax o como arritmias.

En el caso del dolor, recibe incluso un nombre, pues el dolor es llamado el Síndrome del ángulo esplénico, debido al atrapamiento del aire. A veces puede producir taquicardias. Esto se refiere a que el intestino grueso hace un ángulo en el lado del bazo, que es el izquierdo y a veces la distensión se manifiesta como dolor y puede confundir a las personas… y ocasionalmente a algunos médicos, que pueden pensar que el corazón es el origen del problema.

Otro aspecto interesante es el espasmo esofágico, que generalmente se acompaña de severos problemas de la motilidad del esófago. Este conducto que nos sirve para llevar los alimentos de la boca al estómago, es un tubo muscular flexible que tiene movimientos involuntarios precisamente en ese sentido.

Algunas personas sufren de trastornos de la movilidad del esófago, que pueden ser de varios tipos. Puede quedarse muy estrecho, con lo que da una sensación de bocado atorado, así como de dificultad para que pasen los alimentos, situación conocida como “Esófago de cascanueces” en referencia a lo tremendamente apretado que está este conducto.

A veces el dolor que provoca dura unos diez minutos, se presenta en el centro del pecho y se acompaña de eructos constantes. Este dato es muy importante pues la angina de pecho y el infarto no dan ese síntoma y siempre provocan sudoración fría y falta de aire, que no se presentan en el espasmo del esófago.

El origen embriológico compartido por el corazón y el estómago, hace que a veces el dolor se irradie (decimos que el dolor “se corre”) para los mismos sitios. Es clásico que una úlcera duodenal provoque dolor hacia la espalda y en la “boca del estómago”, área llamada epigastrio de manera correcta.

No es raro que un infarto miocárdico de la parte inferior del corazón, provoque dolor en esta zona y tampoco es raro que se manifieste como bocado atorado. Será su médico quien en base a una buena historia clínica y algunas ayudas de diagnóstico, lo pueda orientar correctamente.

Finalmente, también me quiero referir a una enfermedad cardiovascular que provoca dificultad para deglutir los alimentos. La disfagia, que así se llama este síntoma, puede ser provocada por una lesión de la arteria más grande del cuerpo.

Se le llama aneurisma de la aorta a nivel del tórax y puesto que el esófago y la aorta están íntimamente relacionados por su enorme cercanía, cuando la aorta se enferma y se dilata al doble de su tamaño original, puede empujar al esófago y dificultar el paso de los alimentos. Si una persona tiene disfagia, debe consultar de inmediato a su médico de cabecera, pues podría salvar su vida ya que cuando un aneurisma se rompe, la muerte es inminente.

Como pueden observar, hay muchas relaciones entre el corazón y el aparato digestivo y hoy les he presentado la mayoría de ellas. Ojalá lo hayan encontrado interesante.

Hasta la próxima.